¿Cuál es la principal problemática de la España rural, especialmente para los mayores?
No se puede generalizar. Lo que se llama la España rural, que de rural ya tiene poco, es extremadamente diversa. No es lo mismo el nivel de servicios y asistencia al que los mayores pueden tener acceso en los pueblos dinámicos de regadío, o en los pueblos relativamente cercanos a ciudades, en sus áreas metropolitanas o a menos de 50 km, que en los desiertos demográficos que mediáticamente se han dado en llamar la "España vacía", que en realidad lleva vacía unas cuantas décadas.
En los primeros la problemática de los mayores no se diferencia de las que pueden tener en las ciudades. Incluso es posible que tengan mejor atención y servicios que en las barriadas más pobres o cascos antiguos degradados de las grandes ciudades, en las que ni siquiera hay plazas suficientes en las residencias, mientras que en muchos pueblos sobran. En los segundos es donde se da la principal problemática, que se puede sintetizar en una palabra: autonomía.
Ese es el concepto importante, más que el de dependencia. Cuando son dependientes esos mayores se desplazan cerca de los hijos en las ciudades, o a pueblos más grandes cercanos en los que hay residencias. El problema es la autonomía, porque al no contar con servicios básicos, y aunque estén en buenas condiciones físicas (por lo que prefieren seguir viviendo en sus casas en el pueblo), quizás no tengan facilidad para conducir, y por tanto no pueden desplazarse a comprar o a los servicios. Los servicios sanitarios no es tanto problema porque la red de logística sanitaria española es de alto nivel y llega a todos los rincones, pero no ocurre lo mismo con las tiendas, o los bancos.
¿Por qué ya nadie quiere vivir en los pueblos?
Hay que volver a hacer la misma distinción. Hay pueblos muy dinámicos, en los que hay oferta de empleo y simplemente la población autóctona o ha sido sustituida, o se ha incrementado con la población inmigrante (mucha de la cual se dedica precisamente a atender a mayores dependientes), que es en los que se concentra la mayor parte de la llamada "población rural", y que cuentan con todo tipo de servicios básicos (ayuntamiento, trabajador social, servicios médicos, farmacia, bares, bancos, comercios, colegios, dotaciones de ocio, Internet).
Y luego están esos otros a que me refería antes, en los que efectivamente sólo quieren vivir algunos mayores mientras se encuentran en buenas condiciones físicas. En los últimos años muchos de estos pueblos han doblado su población sólo con la población inmigrante que se ha instalado para trabajar cuidando a los propios mayores. Y es lógico, porque las condiciones de vida son duras, especialmente para la población más joven, que requiere más servicios que los mayores, y sobre todo requiere gente con la que relacionarse.
¿Cómo puede explicarse esto desde el punto de vista sociológico?
Sociológicamente se explica por los cambios tecnológicos que han conducido a la concentración productiva en las ciudades, a lo largo de los últimos dos siglos. La gente emigra a aquellos lugares en los que puede conseguir mejores condiciones de vida. No son razones culturales de no valoración de lo rural, como hay quién dice. Todo el mundo valora eso que llamamos rural, le encanta, lo disfruta, pero no quiere vivir allí, y es lógico. De hecho hay pueblos que seguramente ni siquiera debieran estar poblados. Se poblaron en los siglos XVII y XVIII en periodos de hambrunas, en los que se roturaron para el cultivo los últimos restos de bosque en muchas zonas de sierra, y que debieran haberse convertido de nuevo en bosques.
¿Cuáles son las posibles soluciones?
Las soluciones son también diversas, y hay que adaptarlas a cada territorio. Hay zonas rurales que en sí mismas podrían hacer de la necesidad virtud y convertirse en espacios residenciales para los mayores, con una densidad suficiente que permita que dispongan de servicios de calidad. Son los poblados de jubilados que desde hace dos décadas proliferan en el Sur de los Estados Unidos, y aquí ya tenemos la base, los pueblos.
En otros casos simplemente habrá que "cerrarlos", y esos territorios ser atendidos/cuidados/explotados desde núcleos de mayor tamaño (porque el territorio necesita estar habitado en cualquier caso, para que no se degrade en términos ecológicos).
En otros basta un pequeño apoyo, a menudo tan simple como una buena conexión de Internet, para facilitar a nuevos pobladores la instalación.
En otros casos se trata incluso de fomentar la neocolonización. Lo que los jóvenes okupas hippies hicieron en Fraguas, Castilla la Mancha, y por lo que han sido condenados, hay que reglamentarlo. Hace décadas se regalaron pueblos vacíos a los sindicatos para que se montasen sus clubs de vacaciones. No es posible que haya jóvenes que quieren irse a vivir al campo y no se les permita ocupar y recuperar un pueblo abandonado que es propiedad pública.
Por tanto, no puede decirse, como a menudo se espera con esas operaciones mediáticas de la España vacía, o de que esto o lo otro "también existe", que exista UNA solución mágica para todos esos casos. Hay muchas posibles soluciones, y hay que tener en cuenta que muchos de esos pueblos no tienen solución, y terminarán desapareciendo, como tantos desaparecieron entre 1960 y 1980 en Burgos, La Rioja, Navarra, Aragón, etc.
Y casi a la vez tengo una entrevista con los tertulianos del noticiario de la noche en la televisión regional extremeña. Aquí está recortada la intervención, lógicamente repito algunos de los argumentos ya utilizados en el cuestionario:
Reflejos en Tweeter
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