Y paradójicamente los plagiados no suelen ser, mayoritariamente, las grandes luminarias (porque claro, se notaría enseguida que uno está plagiando a Bauman), sino justamente las pequeñas luminarias periféricas, a las que los plagiadores deben considerar, en su supina prepotencia urbana, incapaces de seguir el rastro de sus latrocinios. Creen que quienes andamos en la periferia, geográfica, económica, política e institucional, ni nos enteraremos, o si nos enteramos nos la tendremos que comer con patatas; si nos descuidamos, igual nos terminan acusando de haber copiado a alguien una década antes de que existiese.
Me lo sugiere la historia de los chinos en la que no sé cómo he tropezado, aunque ya es un poco antigua (pero los grandes dramas son eternos). Es una historia más que graciosa, tragicómica, porque el figura que va de irreverente (conozco algunos de esos, y suelen ser de los menos fiables), disfrazado de carnicero feliz, pero eso sí después de dar todos los pasos, pasitos y zandacillas necesarios para ser catedrático (medre académico) y decano (medre político)... y luego resulta que se dedica a plagiar (no él, por su supuesto:siempre son los precarios del equipo los culpables, faltaría más, aunque él firma el primero) a unos pringados de la china mandarina.
En fin... ¿Y qué me dicen de este otro figura, que con ese aire feliz de entre yuppie del conocimiento y Capitán Tan volviendo de sus viajes por todo lo largo y ancho de este mundo?. Recomiendo a cualquier lector de mis textos que eche un vistazo a este artículo, con el que igual el tipo hasta se ha completado un sexenio de esos que si vas por el buen camino te regalan. Y luego repasen por ejemplo este (de 1998), ¿Les suenan los términos, verdad? ¿Y qué me dicen del ambiente, del sustrato general, del nutricio...? Y como hacen casi todos que caen en el mismo vicio, intenta ocultar las fuentes no citadas citando a Castells..., de cuyos planteamientos los míos son antitéticos, para más inri. Y es que citar a Castells queda muy bien, pero citar al outsider al que has leído embobado no... Claro que igual no se ha enterado de que ciudad global (el concepto de John Friedmann refinado por la Sassen, que hace referencia a ciudades individuales, unas poquitas que dominarían el mundo, tesis a la que también se opone la mía) no tiene nada que ver con urbe global, ese concepto que yo empecé a utilizar en una conferencia en la Escuela de Arquitectura de Madrid en 1995, y en una comunicación en el Congreso Nacional de Sociología del mismo año, y que empecé a formalizar en este artículo (1997), en el que ya acotaba claramente esas diferencias conceptuales:
"La imagen de urbe global que proponemos, entendida como un continuum inacabable en el que se suceden espacios con formas y funciones diversas, con mayores y menores densidades habitacionales, pero que en su totalidad participan de una u otra forma de la civilización y la cultura urbanas, hasta el punto de que, al abarcarlo todo y descansar sobre las telecomunicaciones, la ciudad deja de existir como espacio físico, se hace virtual (Baigorri,1995), se inspira en la ecumenópolis de Doxiadis (1979), que avanzaba los nuevos esquemas dominantes de organización social en red -concepto que incluye la idea holista de interrelación entre todos los factores-, antes que en el neoestructuralismo jerárquico, propio del pasado, que se deriva tanto de los modelos de Sassen(1994) como de los de Castells y Hall (1995) o, desde una perspectiva nacional, del que ha sintetizado Fernández Durán(1993). Para Doxiadis, la ecumenópolis se constituye como resultado de la interacción de cinco elementos: las capacidades de la Naturaleza, las necesidades del Hombre, las estructuras sociales, la capacidad técnica para la edificación en general (lo que él llama las conchas), y las redes, en el sentido más amplio del término. Es decir, básicamente el modelo POET (Población, Organización -cultura no material-, Medio Ambiente y Tecnología-cultura material-) propuesto por los sociólogos de la Escuela de Chicago como paradigma de la Ecología Humana(Park, 1936).
(7) No debemos olvidar, sin ir más lejos, que la base ecológica de nuestras ciudades no está en su entorno inmediato, sino en lugares dispersos y extremadament e alejados del planeta. Algunos trabajos han evaluado en 4,3 Has la base ecológica actual de un urbanita avanzado, que evidentemente no pueden disponerse en su entorno inmediato (Wackernagel, Rees, 1995). El modelo de urbe global se nos aparece así como un instrumento analítico fundamental, ya que en estos términos el entorno de los instersticios de la urbe es el conjunto del planeta."
Y los términos, los conceptos, los esquemas, incluso los palabros, están para usarlos, joder, pero con un poco de honestidad.Y es que, Hegel tenía mucha razón, si como en esta tesis se recoge, afirmaba que el plagio no es competencia de la Crítica literaria, ni de la Justicia, sino que es más bien una cuestión de buenos modales, de los folkways, por echar mano de la teoría...
Pero hay que joderse, el tiempo que hacen perder. Lo peor no es el plagio en sí, que es humano e incluso a veces fuente de hidribaciones creativas; lo peor es el tiempo que nos hacen perder los sinvergüenzas aprovechados de los Nortes todos, a los honrados productores de ciencia o ideas de los Sures todos. Claro que tarde o temprano salen en los papeles, como el cátedro gallego. Pero entre tanto, que les quiten lo bailado, ¿verdad?...
En fin, creo que por higiene mental hay que empezar a olvidarse de estos temas. Al fin y al cabo, si plagian, será que es bueno lo plagiado. No es poco consuelo...
Dios qué razón tienes, joder
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