(notas en construcción)
Descubro que ahora, a esa dinámica de transformación de lo que fue lo rural, que llevo llamando a lo largo de treinta años fin de la dicotomía urbano-rural y finalmente urbe global, lo andan llamando ahora hibridación. Eso sí, citando a Sassen, cuyo concepto de "ciudades globales" no tiene absolutamente nada que ver (pero nada de nada) con la cosa rural y esas transformaciones que otros autores sí estuvimos describiendo detalladamente y teorizando durante un par de décadas (ya no, cierto es, porque repetir lo mismo, cansa). Está en varios de mis trabajos, pero antes lo atisbó Gaviria, y aún antes lo intuyó Lefebvre, que tampoco suelen ser citados en esos trabajos de iluminación (Castells sí, que no falte, haga o no al caso). Yo sólo terminé de darle forma y nombre, aunque obviamente con poco éxito entre el stablishment académico que chupa de todo lo que ve, pero sólo cita aquello que le permite dar jabón a alguien con poder.
En los 70
Mis primeras aproximaciones son de finales de los 70', de mis primeras colaboraciones con Mario Gaviria. En El Bajo Aragón expoliado analicé el proceso de modernización/urbanización de un pueblo rural al recibir una central térmica. Y la afección específica de esos cambios en la agricultura lo observé (además de en mi vida cotidiana, en mi familia y en mi pueblo) en los trabajos que hice para él en Tarragona y en Burgos. Tanto que en 1978 me planteé sistematizar todo lo descubierto, pero el intento quedó infausto. Fueron años en los que descubrí, en los estudios sobre Extremadura, otras realidades rurales aparentemente más atrasadas, pero en las que también se estaba produciendo esa profunda transformación. Ya como periodista me había ocupado ampliamente de distintos fenómenos relacionados con la transformación de las zonas rurales en la revista Esfuerzo Común, con trabajos como La in-seguridad social agraria, Políticos y partidos ante la cuestión agraria o ¿Quién defiende a los jornaleros?, entre otros.
En los 80
En la siguiente década tuve ocasión de profundizar mucho más, y en territorios más diversos y complejos en esa dialéctica urbano-rural. Empezando con los impresionantes informes sobre el campo riojano (del que sólo tengo escaneado un capítulo , precisamente sobre los primeros "neorurales" y retornados al campo) y sobre la agricultura periurbana del Área Metropolitana de Madrid (aquí y aquí el resumen) que dirigí con Mario Gaviria, el estudio sobre agricultura y energía en Navarra. Luego dirigí otros trabajos sobre el desarrollo rural en espacios protegidos como el Parque Nacional de Monfragüe, o analicé fenómenos como la adaptación a la modernidad y la urbanización de la artesanía en Castilla la Mancha rural. Entre medio, los análisis en numerosos trabajos de planeamiento urbanístico en el Moncayo, Valle de Hecho, Valle de Tena, Ejea de los Caballeros y otros pueblos (Mallén, Magallón, Tauste, Gallocanta, etc) de Aragón, en Navarra (Ribaforada, Tudela, Urbasa-Andía), La Rioja (Alfaro) Andalucía (Puerto de Santa María), Comunidad Valenciana (Alicante) y Extremadura (Badajoz, Miajadas, Monfragüe, Olivenza, Villanueva de la Serena, Losar de la Vera y y unos cuantos más). Hasta de los estudios sobre ciudades de playa que realizamos entre 1984 y 1986, de los que yo hice los de Salou (Cataluña), y en Canarias los de Puerto de la Cruz y Maspalomas, me ayudaron a entender mejor esas transformaciones.
Entre los años 70 y 80, por tanto, había observado ya esos procesos en zonas rurales de la mayoría de las regiones españolas, al Norte, al Sur, al Este, al Oeste, en el centro y hasta insulares. Y es en los 80 cuando empiezo a sistematizar lo observado, en diversos artículos, algunos publicados en medios de escasa difusión, pero que llevan colgados en Internet (y citados, más a menudo desde fuera que desde dentro de España) más de dos décadas. Aunque muchos elementos teóricos se recogen en el libro de El Campo Riojano (alguien se ha molestado en registrarlo en Dialnet, a ver si alguien en La Rioja se anima a escanearlo).
Uno de los primeros fue un ensayo reflexivo sobre las primeras oleadas de neorurales, las que fueron fruto de la crisis económica de los 70, publicado en El Viejo Topo con el título de Sobre la verdadera naturaleza del campo como refugio de ociosos e itinerantes , que creo que ya es un buen resumen. Y en ese mismo año 1980 publiqué Retrato de un colonizado. Donde se habla de la decadencia y muerte del saber campesino en la revista Bicicleta (que aunque suene a revista de deporte, era una revista de pensamiento ecologista y libertario en la que uno compartía índice con Bookchin, Mintz, Chomsky, Illich, Sabater, Gaviria, Naredo, Martínez Alier y otros muchos).
En un monográfico de la revista Andalán publiqué El campo cambia. Los problemas del suelo rural (1983). Pero el más sistemático fue sin duda La urbanización del mundo campesino. Usos y abusos en la modernización del medio rural (1983), publicado en Documentación Social, la primera revista (y única hasta la fecha) en España que entonces se intitulaba "de Sociología aplicada", como tantos otros más citado por extranjeros que por nacionales (y por supuesto, entre éstos, por ninguno con status, faltaría más). En Un programa para rústico metropolitano (1988) fuí un poco más allá de las propuestas que habíamos hecho en el estudio sobre el rural del Área Metropolitana de Madrid
Pero sin duda donde avancé mucho más, cuando empecé a relacionar los cambios no con la dialéctica rural-urbana, sino con los procesos de globalización, fue en el documento elaborado en 1986 con el título de La tierra, recurso escaso y medio de producción, como documento base de trabajo para la VII Asamblea Mundial de los Rurales, por encargo de la Federation Internationale des Mouvements d’Adults Ruraux, organización vinculada a los movimientos cristianos de base en las áreas rurales. El texto fue redactado con la máxima simplicidad posible, dirigido a campesinos de muy diversas culturas. Los informes enviados por asociados de países ricos (Francia, Suiza, Bélgica, Canadá, España ... ), así como de países intennedios en la escala Centro-Periferia (como Portugal), y países subdesarrollados (Camerún, Tchad, Madagascar, Rwanda, Sri Lanka ... ) supusieron una ayuda inestimable para elaborar esta síntesis sobre la problemática global de la tierra como recurso o, en términos más propios de países avanzados, lo rural. Aquel trabajo tuvo una difusión internacional, cierto, pero interna la organización. No lo publicaría hasta la década siguiente, como Perspectivas globales. Tendencias y desafíos planetarios entre los rurales (1992), en una revista no menos minoritaria. Pero desde 1998 está on line en mi añeja página web. Tan difundido que un argentino (teniendo eso sí la elegancia, o el descaro, de citar todos mis trabajos) ni corto ni perezoso se hizo un libro plagiando en masa capítulos completos. Al menos ese tuvo la honestidad de pedir disculpas cuando lo pillé, intentó retirar el libro (pero en Internet eso es imposible) y hasta me ofreció colaborar en otro libro suyo.
(1980) Son materiales tan antiguos como este
Más allá de
Algo tan viejo como esto
"Es ya muy difícil hablar del territorio rural en términos generales. La evolución social, económica y territorial del estado español en los últimos treinta años ha conducido a la delimitación e áreas espaciales muy diversas e intensamente interrelacionadas. Con todo, podríamos hallar básicamente tres tipos de territorios. "
https://textosdeartemiobaigorri.blogspot.com/1983/05/el-cambio-cambia-los-problemas-del.html
En los 90
https://textosdeartemiobaigorri.blogspot.com/2019/08/hacia-la-urbe-global-el-fin-de-las.html
https://textosdeartemiobaigorri.blogspot.com/1999/12/actividad-agraria-y-regadio-en.html
https://textosdeartemiobaigorri.blogspot.com/2000/03/sobre-las-necesidades-formativas-de-los.html
https://drive.google.com/file/d/11OyynFU99ipJj6Vx9rQm-f4AsTRVbQBj/view
Leyendo algunas cosas actuales me parece estar en Granada, en 1995, en el Congreso de la FES, escuchando alucinado una introducción a una sesión de trabajo (con relator, en lugar de con exposición por los autores de las comunicaciones), en la que el relator serenamente expuso lo esencial de mi comunicación (la suya, ahí estará aún en el libro de abstracts, no tenía nada que ver con el contenido de la mía, así que blanco y en botella), que tenía en sus manos completa desde días atrás por azares académicos (se la había dado para que se la pasase a un colega de su departamento). Yo entonces no entendía nada del hacer académico, así que me quedé bloqueado. Y obnubilado sigo.
Funcionan tan descarado que en mi comunicación (cientos de veces citada por gente más normal), donde yo decía:
"han desaparecido diferencias que hicieron surgir, primero en Simmel y luego en Wirth, la preocupación por un modo de vida urbano que, con el tiempo, y sólo como negativo fotográfico, perfiló el concepto de lo rural"
él escribía un año más tarde en una publicación con la que casualmente me he encontrado recientemente (2022):
"Tradicionalmente se ha definido a la sociedad rural como el negativo de la sociedad urbana"
Pues eso. Busquen, no encontrarán otro texto que utilice esa analogía...que el de mi comunicación.
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