Comento a menudo que, como periodista que fuí y en cierto modo sigo siendo (ahora los "reportajes" son algo más largos e incluyen teoría), soy tremendamente solidario con las penosas condiciones en las que los periodistas se tienen que buscar hoy la vida. Por eso a todos digo... sí.
Pero empieza a molestarme, no sé si les ocurre a otros, que hagan una consulta para un reportaje y luego no sólo no informen de la publicación, sino que además la página no esté en abierto.
Es evidente que un político, un funcionario público, un lobbista que tiene interés en que se hable de ésto o de lo otro, están en cierto modo obligados a pasar información (que a menudo es desinformación) a la prensa. Pero eso que los propios medios llaman, a menudo de forma inapropiada, un experto, lo que hacen (o hacemos cuando nos colocan en ese rol) es donar conocimiento a la sociedad, retornar a la sociedad algo de lo que la sociedad nos ha permitido acumular (de hecho, así se valoran en los CVs... anglosajones, anglosajones, no españoles). Y cuando se utiliza ese conocimiento (no el recolectado por el propio periodista leyéndose la bibliografía) la información o el reportaje resultante deberían estar en abierto; pues de otro modo estamos regalando plusvalía socialmente producida a una empresa.
Viene a cuento de mi reciente colaboración en un reportaje del Financial Times, que luego descubro publicado por casualidad, y al que ni siquiera puedo tener acceso si no es pagando. Había colgado como un tonto la información en un tweet, y resulta que no se puede leer (error mío, claro, por no comprobar antes que era accesible).
Spain calls time on alcohol-fuelled stag parties https://t.co/FpvB9ApCPX via @FT pic.twitter.com/3rBxvj2MPt— Tobias Buck (@TobiasBuckFT) 19 de agosto de 2016
Bueno, ya que que hice el esfuerzo de pensar sobre ello, que no se pierda del todo el trabajo; estas fueron mis respuestas a las preguntas del periodista:
" cómo ha cambiado la manera de beber/usar alcohol entre los jóvenes españoles en los últimos años
En nuestro estudio sobre el botellón, hace más de una década, evidenciamos que se está produciendo un proceso de globalización del trinomio jóvenes/noche/alcohol. El alcohol se ha convertido en el motor fundamental de la noche, alimentado (más allá de que forma parte de los usos tradicionales relacionales en la mayoría de las sociedades) por poderosos intereses económicos, y se ha producido una fusión cultural. Podríamos decir que asistimos a la conformación de un melting pot en el que se unifican en un mix, del que se participa según en qué momentos, las formas tradicionales del consumo latino (bajo consumo habitual de baja graduación) con el consumo anglosajón (consumo puntual de bebidas de alta graduación, la borrachera salvaje) con el consumo continuado de alta graduación (modelo eslavo). Ya no podemos hablar modelos culturales beber latino, o anglosajón/nórdico, o eslavo..., sino del mix globalizado, todos los jóvenes del planeta que tienen recursos económicos (por escasos que sean) para acceder al alcohol, y viven en sociedades con cierta libertad, mezclan los distintos modelos según el momento, el rito que corresponda, y la edad.El tema generacional es también importante en el tema que nos ocupa. Hay que tener en cuenta que la generación que actualmente está en trance de formar familias es la generación más intensamente socializada en el botellón. En cierto modo es aplicar el modelo botellón a más rituales, pero se encuentran en un estadio vital nuevo, con más dinero en el bolsillo como trabajadores, y con más autonomía, y complejizan el ritual.
cómo ves la reciente tendencia de celebrar despedidas de soltera en una manera mas "anglo-sajon" (con mucho alcohol, disfraces etc)
La respuesta anterior sirve para ésta, en lo que al consumo de alcohol se refiere. En cuanto al ritual en sí, las despedidas de soltero han existido siempre también en el mundo latino, pero efectivamente sin toda la parafernalia consumista no sé si tanto del mundo anglosajón, o más bien del modelo norteamericano (o aún siendo más concreto, del cine americano a partir de los años '60). ¿Dónde estaban esas tradiciones? Pensemos que la celebración de San Valentín, el Día de los Enamorados, en España, fue un invento de El Corte Inglés hace apenas medio siglo. Buena parte de esas modas han sido promovidas por iniciativas comerciales de resorts o grandes almacenes americanos, que luego el cine ha difundido en el imaginario popular convirtiéndolas en algo que parece formar parte de la propia cultura. En este sentido, esas celebraciones ahora en España han adoptado ese modelo, de nuevo, globalizado. Elementos como los disfraces están muy presentes en algunos rituales (por lo demás, también modernos) en culturas orientales por ejemplo, pero el disfraz tiene un peso importantísimo en la tradición festiva española. El carnaval, la idea del momento en que puedes pasar de todo, ser otro porque luego vendrá la penitencia (que implica, lógicamente, el perdón previo) está presente desde siempre. Todavía se conservan ritos festivos en algunos pueblos españoles de carácter prerromano, basados en el disfraz.Pero en cualquier caso creo que estamos de nuevo en ese proceso de sincretismo global en los usos del alcohol, la noche y la juventud.Y de nuevo se trata de cómo iniciativas comerciales que tienen éxito se transforman rápidamente en "tradiciones". Y en el caso de España hay que tener en cuenta la existencia de un turístico fundamental para la economía que ha venido trabajando en estirar como sea la temporada turística. Ese tipo de celebraciones son un componente más.
interesa es si estas tendencias reflejan un cambio fundamental en la sociedad española, la pérdida de antiguos tabús sociales
Las diferencias culturales siguen existiendo entre las sociedades, pero se van amortiguando cada vez más. Es evidente que el comportamiento en las fiestas despedidas de solteros, y en general de jóvenes españoles, no tiene nada que ver con las de los jóvenes británicos que vienen exclusivamente a emborracharse y desinhibirse de forma salvaje en Barcelona o Mallorca.En España todos los tabús cayeron tras la muerte del dictador Franco (en realidad habían empezado a caer bastante antes de su muerte), aunque lógicamente se mantienen diferencias culturales importantes respecto a los países anglosajones y nórdicos, que ya no estoy seguro de que hoy dependan tanto como dependían del fondo religioso (católico o protestante) o de condicionantes medioambientales (la luminosidad, temperatura, pluviosidad, etc).La caída de tabús es de nuevo global. La familia como institución ha perdido significación (aunque en los países latinos conserve más peso, como se evidencia en los periodos de crisis económica), y ha pasado a ser más bien un componente más de los rituales de consumo. De hecho no sólo hay fiestas de soltero; actualmente también se celebran fiestas de divorcio con características similares.Espero que estas reflexiones te sirvan. En cualquier caso si necesitas cualquier aclaración, puedes llamarme hoy a cualquier hora. Un saludo, y por favor envíame un link cuando publiques el reportaje."
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios están moderados para esquivar a los bots de spam, pero estaré encantado de incluir cualquier comentario que quieras hacer. Anímate a aportar tus reflexiones.