Me asomo a respirar sol y viento, y lo veo ahí, sobre la valla del fondo. Aún no había reparado en su esfuerzo titánico, y ahora sobresale como repentidamente sobre el resto de los geranios, sobre los trepadores jazmines, a casi tres metros de altura, intentando incluso sobrepasar al nogal (vano esfuerzo me temo, pero ¿quién sabe?).
Por supuesto que es un geranio, ¿quién lo dudaría al ver sus hojas?. Pero, ¿no es ya otra cosa?.
Por tanto: ¿Lamarck, o Darwin?
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