El artículo empezaba con este párrafo:
"Disipada la espuma de los días queda lo gris y cotidiano. Tras grandes alharacas y fuegos de artificio en torno a la noticia del acuerdo sobre conexiones ferroviarias entre Portugal y España, resurge la nuda realidad: esta semana, como la anterior, quien se atreva a viajar en tren por Extremadura lo hará a una velocidad media de 60 kms/h, y en la provincia de Badajoz a menos de 50. Ese es, hoy por hoy, el producto para nuestra región de siete años de gestión de las infraestructuras ferroviarias por parte del PP. Lo demás son palabras.
Y es que la historia de las grandes infraestructuras siempre es larga y compleja, especialmente en regiones como Extremadura, históricamente poco influyentes. Ejemplo paradigmático es el Plan Badajoz, ejecutado básicamente por el franquismo, con sus aciertos y sus errores, pero del que nadie se atrevería a negar hoy que fue imaginado medio siglo antes de su realización, y estaba siendo diseñado por varios ministerios de la II República cuando Franco empezó su guerra. Además, tras la caída del franquismo los Gobiernos de la UCD siguieron transformando, e incluso, paradojas de la Historia, serían los Gobiernos del PSOE quienes lo terminaron; atribuir a Franco obras como las presas de Alange y la Serena, los regadíos de las Dehesas, o incluso parte de los del Zújar no es ya asunto de nostálgicos, sino de obtusos.La idea básica era la de que, salvo raras excepciones, una vez que una propuesta se lanza, si es realizable (Marx decía algo así como que la Humanidad sólo se plantea desafíos realizables), si tiene sentido, se termina materializando. Incluso algunas que no lo tienen (ahí están algunas radiales, y tantas rotondas, aeropuertos y demás). Tardará más o menos, se degradará, o mejorará la idea. Pero se hace. Estos días debatimos en Extremadura sobre si el Gobierno de Madrid apoyará o no los regadíos de Barros. En realidad son casi una caricatura de la propuesta de Gran Canal de Barros que algunos ingenieros del IRYDA y la Confederación plantearon en los años 70, y que recogimos extensamente en el libro El modelo extremeño(1980), dirigido por Gaviria. Pero ahí está. Quizás lo que va a haber sea hoy lo posible. Pero el agua llegará a Barros, porque Barros tiene el potencial socioeconómico para conseguirlo, implementarlo y sacarle partido a ese agua.
Igual de estúpido sería atribuir a Felipe González el mérito de la Autovía de la Plata. Aunque en 1996 se estaban haciendo los estudios informativos, estudios de impacto, o proyectos de trazado, de varios tramos de su recorrido por Extremadura, las obras se iniciaron en 1998. ¿Pero es entonces una obra de Alvarez Cascos, que la ha inaugurado ya cinco o seis veces?. Tampoco, salvo que el PP se eternice en La Moncloa, porque al ritmo que van las obras, y teniendo en cuenta lo que aún queda por contratar, en su recorrido extremeño no estará concluida antes del año 2.008. "
En realidad, había pensado en ello ya el otro día, paseando por el impresionante parque que la Confederación Hidrográfica del Guadiana de la Era Zapatero (algo bueno ha quedado, ¿no?) regaló a la ciudad de Badajoz.
Pensaba, dando aquel paseo, cuando enviaba unas fotografías a mi hija, en que el origen de todo aquello está un esquema propuesta que yo incorporé a aquel trabajo que en 1985-86 hice para la oficina de Urbanismo de Badajoz.
La propuesta más o menos quedó incorporada al Avance de Planeamiento
Por supuesto que en el camino, hasta que las ideas se materializan, especialmente las que se refieren a actuaciones públicas, ocurre de todo. Aparecen propuestas de mejora a lo largo del tiempo, incluso chifladuras, auténticas barbaridades. Unas propuestas de "mejora" quedan, otras no.
Por ejemplo (volviendo a esos viejos textos a los que hacía referencia en las primeras líneas), tras mis sugerencias de incorporar el río a la ciudad, con la supongamos que mejor voluntad, el equipo de arquitectos que lo hacía casi todo para el Ayuntamiento (en el Ayuntamiento de Badajoz, no importa el color, siempre hay alguien que lo hace casi todo, como "el hombre que lo hace todo en España") diseñaron una actuación en el tramo urbano de la margen izquierda que era bastante bestia. Básicamente lo que hacían era canalizar el río: cementarlo todo y llenarlo de edificios ("contenedores", en el lenguaje de los arquitectos macizadores de la época). Me odiaron a muerte porque apenas dos años después de colaborar con la Oficina del Plan, me enfrentaba desde la calle a uno de sus proyectos estrella. Con unos pocos amigos (Oscar Alonso, Ramón Fernández, José Sánchez Paulete, creo que también el mismo Mariano Cabrera que hoy anda luchando por el Parque Ascensión, y unos cuantos más), un colectivo germen de lo que con el tiempo se convertiría en el Ateneo Popular, montamos en 1988 una plataforma de denuncia de aquel proyecto. Tuve un debate mano a mano con los arquitectos y el entonces alcalde, Manolo Rojas, en el hotel Zurbarán, más que animado, airado. Por esa época publiqué en la revista de la Asociación de Vecinos de San Roque un que más o menos resume la crítica al proyecto. Desde nuestra plataforma presentamos una alternativa, que curiosamente viene a coincidir casi milimétricamente con el modelo que mucho más tarde se ha aplicado en los nuevos tramos (entre el puente de la Universidad y el Puente Real), y de hecho ya entonces algunos de los elementos de nuestra propuesta fueron incorporados al diseño final, consiguiendo que desaparecieran los más bestias del proyecto inicial (varios edificios junto al río). Hicimos nuestra contraexposición, esas cosas...
Curiosamente, de lo que fue finalmente aquel proyecto, los "contenedores" que sobrevivieron del proyecto original (ahora como caves), pues ahí están, abandonados y llenos de basura. Mientras que los elementos que se tomaron de nuestra propuesta siguen dando vida al río, y como decía se han incorporado en nuevos tramos.
No conservo imágenes de la propuesta, que diseñamos colectivamente y que el pintor Sánchez Paulete convirtió en planos y esquemas de una gran calidad artística (espero que alguien conserve, la fotografía y la cuelgue para su conservación). Lo más cercano que conservo es el dibujo que Jose hizo años más tarde, para una serie de artículos de prospectiva poética que escribí en 1992 para el diario El Periódico de Extremadura: "Badajoz, cartas desde el 2.010 (crónicas del bimilenario)". Este dibujo lo hizo para el capítulo/artículo dedicado al río Guadiana, que empezaba así:
"PASEANDO POR EL GUADIANA
La última noche de la feria del año 2.010 estuve en el Fogódromo. Si estoy en Badajoz nunca me pierdo los fuegos artificiales sobre el Guadiana. Me gusta sentarme en las gradas más cercanas al agua, donde suelo coincidir con algunos de los que durante años batallamos por la recuperación del Guadiana.
El río está ahora precioso. Sencillos senderos de tierra y losas de pizarra recorren una exhuberante vegetación de ribera. Abundantes bancos, algunos kioskos... De día y de noche es intensamente utilizado este gran pulmón verde de la ciudad. Sobre el paseo fluvial se extiende el inacabable palmeral que, en la entrada del puente de Palmas (limitado a peatones y bicicletas desde el año 2.005), se remansa en dos grandes plataformas que semejan un oasis. Y por supuesto, en la margen derecha está la playa, en la que de nuevo nos bañamos los pacenses desde que se construyeron las depuradoras de Mérida, Villanueva y Don Benito."
Si uno pasea hoy por Guadiana, podrá ver casi lo que atisbaba en ese texto imaginario de 1992. Los parques aún no habían llegado en el 2010, pero sí algo más tarde. El puente peatonalizado debió llegar incluso antes de lo pronosticado, no lo recuerdo. No hay huertos urbanos, por más que de tanto en tanto surgen colectivos que los reclaman. Tampoco hay playa, ni sería posible porque el agua aún no tiene calidad como para bañarse. En vez de las unifamiliares y la zona de ciudad-jardín que yo planteaba en el frente de la Avenida, hay unos bodrios de bloques en altura-pantalla, feos y pésimamente orientados. Pero me resulta gracioso encontrar, casi en el mismo punto exacto en que lo pinté en 1986, un embarcadero. Y hasta los parkings más o menos donde los imaginé.
Pero todo llega, por tanto. Se harán los regadíos de Tierra de Barros, de peor o mejor manera. Y llegará el AVE, tarde o temprano. Y no importa quién se lleve la gloria, qué partido político inaugure, lo importante es que las cosas se hagan y tarde o temprano se hacen.
Pero todo llega, por tanto. Se harán los regadíos de Tierra de Barros, de peor o mejor manera. Y llegará el AVE, tarde o temprano. Y no importa quién se lleve la gloria, qué partido político inaugure, lo importante es que las cosas se hagan y tarde o temprano se hacen.
Sin ir más lejos, esta semana era noticia que parece que por fin (de nuevo) la Eurociudad de la frontera pacense arranca. Cuánto tiempo, desde que a partir de algunas evidencias y conclusiones del Estudio Socioeconómico de Badajoz que hicimos en 1995, planteamos, con la celebración de unas jornadas, la idea metropolitana transfronteriza (mesópolis planteé como concepto definitorio, que desarrollaría luego en mi libro La Urbe Global, con una voluntad de expresar una función metropolitana pero a una escala humana). Ahí está la eurociudad. Aunque tras la llegada del PP al Ayuntamiento el intento de análisis prospectivo y programa de desarrollo que incluía el Estudio Socioeconómico no se completó, sin embargo una década más tarde el Ayuntamiento recuperó y profundizó en la idea, con los trabajos que en esa línea de planificación prospectiva ITAE (Antonio García Salas) hizo para el Ayuntamiento, dentro del programa Lica. A mí me invitaron a una de las sesiones del "observatorio" que organizaron. Después nuevos entusiastas, como Luis Fernando de la Macorra, compañero en la Facultad de Económicas (tan entusiasta que se casó en portugués y se fue a vivir al lado portugués de la frontera), se dedicarían con intensidad a promover la idea, ya con la expresión concreta de Eurociudad Badajoz-Elvas.
Hoy está en marcha, en principio de forma incompleta (esperemos que, como he propuesto en varios documentos que andan por ahí, se incorpore Olivenza, pues sin este municipio la idea queda coja), pero ahí está. En otros diez o doce años, será algo. Seguro.
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