2013/06/11

Los protocolos de los sabios de Sión... y de los bancos y aseguradoras

Cada vez que oigo la palabra "sabios", unida a las de "comité"  e "independientes", ineludiblemente me viene a la mente ese grupo de judíos retorcidos y oscuros, babeando oro, que los nazis imaginaron como causantes de todos los males de la patria. Y me pongo a temblar, claro.

Por supuesto, tan  inventado por los propios filonazis era el famoso libro, como invenciones son esos comités, que ni son de sabios (ni siquiera especialistas, a lo sumo que se han ocupado del asunto, o simple y llanamente tienen intereses económicos en la cosa), ni mucho menos independientes. Tiene razón Guerra al decir que de quienes únicamente son independientes son de los ciudadanos, a quienes en realidad están suplantando por orden gubernamental.

El que ahora fabrica el discurso del desmontaje del sistema de pensiones que, sobre una base bismarckiana, pero a la misérrima, construyeron los falangistas, y los socialistas elevaron hasta unos niveles equivalentes a los de los más avanzados Estados del Bienestar, se limita a transcribir las propuestas que la patronal UNESPA ya presentó hace varios años, con la ayuda de otro comité de pistoleros a sueldo, como Eguiagaray, Leal (a la banca) y Pérez Diaz. Ese tipo de tandem que un día disparan a sueldo de las eléctricas en apoyo de las nucleares, hoy de las aseguradoras a favor de las pensiones privadas, y mañana podría ser a favor de los fabricantes as favor de la fabricación del Terminator que ponga orden frente a tanto desaprensivo que no nos creemos el cuento de la Sociedad Civil. Eguiagaray es el que metió a Felipe González en el carril para regalarles a las eléctricas una aparente moratoria nuclear que era más bien una tabla de salvación sus sus maltrechos balances, por causa de sus desastrosas inversiones; Pérez Diaz es el que hace informes para las eléctricas diciéndoles que quienes se oponen a la energía nuclear son unos indocumentados, gentes de poca calidad, esos no son de la Sociedad Civil, que esa señora es muy fisna; y Leal, el amigo del Rey, que ya estaba en los despachos del Ministerio de Economía y Hacienda que permite que se tomen las decisiones que llevarán luego al desastre del Banco Industrial del Mediterráneo/Banca Catalana (causado entre otros factores por su apuesta nuclear), y a quien tras unos meses de ministro lo hacen banquero porque sí. ¿Por qué coincidirán esos tres en tantos contubernios orientados a causar tantos estropicios a las buenas gentes de este país?. Luego se les juntan los directamente enviados por las patronales que esperan hacer el negocio del siglo, como es lógico, y lo que ya parece menos lógico, pero que también lo es en realidad: el sindicalista tonto de turno que se apunta a un bombardeo por unas dietas y un bolígrafo es un rol que está ahí desde el principio de la historia (lo interesante aquí, como objeto sociológico de análisis, es por qué es el sindicalista de CCOO y no el de UGT; porque seguro que hay una explicación sociológica para eso).

En realidad, la base las propuestas del grupo de expertos no descansan en sí en los problemas de sostenibilidad del sistema (que ahora atraviesa, como toda la sociedad española, una crisis financiera coyuntural), sino en cuestiones más relacionadas, pura y llanamente, con la lucha de clases. En otro de esos informes de pistoleros a sueldo de los lobbys, se establecen, sin tonterías, los principios ideológicos que hoy sustentan la propuesta ahora gubernamental (cito textualmente):

"por ejemplo, el actual sistema de pensiones está pensado, en opinión de víctor pérez-díaz y del director ejecutivo de Foment del treball, Joaquín trigo, para las rentas más bajas, lo que genera problemas en las rentas medias y altas y puede ser un foco de conflictividad en el futuro: los perceptores de estas rentas tienen mayores dificultades para mantener su nivel de vida tras la jubilación e incluso para hacer frente a sus obligaciones financieras."

Ese es el asunto, ¿verdad?. El de siempre: que ya está bien de repartir. Que lo que me he ganado yo es porque soy muy listo, porque cuando me conviene soy de la ética protestante (opusino) y significa que soy un elegido, pero cuando me conviene soy de la sacrosanta y eterna cultura católica, la nuestra (jesuítico), y eso de pagar impuestos sólo si me pillan, que yo ya cumplo con la limosna de misa, y la cesta de navidad a mis filipinas. Que con lo que pago de IVA por mis coches, yates, casas y demás lujos, ya sobra para mantener policía, ejército, carreteras y aeropuertos. El resto del gasto público ya sabemos que es despilfarro.

En fin... Primero vino el comité de sabios que, en representación de las Universidades Privadas, generaron armas ideológicas para Wert el destructor. Luego vino este del que hablamos, para generarle munición ideólogica a Báez, la experta hermana del listo. Y ya está en camino el que vendrá a darle munición a Montoro el tertuliano, para rebajarles (más) los impuestos a los ricos y subírselos a los asalariados a través de los indirectos, como ese falso impuesto ambiental, un iva extra, que se avecina. ¿Por qué no tendrán al menos narices para poner esas cosas en un programa electoral, y decir a la cara lo que son, y lo que vienen a hacer?





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