Hay dos cuestiones, relacionadas con los media (queda más cool), sobre las que quiero poder detenerme a reflexionar en algún momento. Una anda relacionada con lo que llamo la sociedad borrosa, a ver si me meto con ello, que es una de las grandes paradojas de la Sociedad Telemática (por ejemplo, un periódico titula que el broker francés le ha estafado 4.000 millones a la Société Générale; otro que 5.000; otro da la cifra ¿exacta? de 4.900; otro de 5.000 dólares.... cuando todos han bebido del mismo teletipo/email de agencia). Afirmo que hay una relación de proporción inversa entre la capacidad científico-técnica de exactitud de una sociedad, o colectivo, o persona, y práctica de exactitud. Es decir, en la medida en que los automatismos y la robótica nos eximen del esfuerzo mental de la exactitud, esta se reduce. Lo cual tiene consecuencias, caro: ¿por qué preocuparse del descenso en la calidad de la formación matemática de nuestros escolares? Sólo es indicativo de que vamos bien,de que progresamos y de que nuestra capacidad robótica nos exime de la obligación de la exactitud. Y eso creo que es bueno. Ya lo desarrollaré...
Y la otra (y es a lo que voy) es también cuando menos paradójica. Si a todos los conectados y engagés nos llegan las noticias a la vez, y los periódicos tienen un proceso de producción/distribución más largo, ¿por qué cada vez más noticias de interés podemos conocerlas hoy antes por la prensa escrita que por la televisión?. ¿No habían venido primero la radio, luego la televisión, ofreciéndonos la inmediatez informativa?. Creo que la clave está en que a medida en que Internet gana posiciones como medio de información, los multimedia tradicionales la pierden. La televisión se ve reducida a la que originariamente fue su tercera función, el ocio (de ahí el gran peso del chisme y el chiste), y la radio a la que fue su segunda (la propaganda política). La gran paradoja es que los popes de los media tradicionales en el fondo le hacen ascos aún a Internet, que queda para los jóvenes cachorros ansiosos. Del mismo modo que los caciques de la Academia, el Colegio Oculto, se mantiene, y mantiene el control, fuera de Internet. Las consecuencia son nefastas, y habrá que hablar de ello.
Pero afortunadamentellega avanza el cyborg, que acabará con todas esas resistencias. Toda la reflexión anterior surgió precisamente porque les hablé a mis alumnos, en el último tema dedicado precisamente a la Sociedad Telemática, de la noticia publicado en la prensa , referida a una niña de 13 años a la que se ha implantado una mano biónica. Y claro, pusieron cara de ciencia ficción porque ellos no leen periódicos, ni siquiera on line. Ven televisión, maiespaces y a lo sumo yutubes (en donde se colgará el video de la mano biónica sólo si a la niña se le avería y estrangula al gatito cuando casualmente pasa por allí un chaval con cámara de 3 megapixels en el móvil, resolución suficiente para captar las gotitas de sangre que caen por el hocico del minino). Osea que no les sonaba, pero dos días después, cuando -¿por qué todas el mismo día?- las televisiones dieron la noticia, alguno me comentó el tema.
Me da la sensación de no haber dicho nada, como tantas veces al decir tantas cosas...
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