Yo digo a veces, medio en broma medio en serio, que hay muchos que me plagian a mí pero citan a Castells, y es lógico, porque viste más citarle a él, aunque no tenga mucho que ver lo que decimos uno y otro. Y lo digo medio en broma, medio en serio, porque continuamente me topo con casos -Internet es maravilloso, no me canso de decirlo. Lo mismo me ocurre en temas de rural: tengo detectados a unos cuantos sociólogos y geógrafos españoles que me tienen plagiadas unas cuantas ideas descaradamente, desde hace años, pero sin citarme; citan por ejemplo a Mormont, que como es extranjero viste más (y además es muy ninteresante). Pena me dan esas gentes, más que otra cosa…Aunque también tiene la cosa su lado positivo: si me plagian, es que no ando desencaminado.
Pero es que a veces te encuentras con plagios que se pasan de la raya. Por ejemplo: el otro día va un colega y me: “Mira, esta gente recoge en la bibliografía nada menos que tres trabajos tuyos”. Lo miro por encima, y compruebo que en realidad en el texto me citan una sola vez, por lo que me extraña tanta referencia bibliográfica. Así que lo empiezo a leer con detenimiento, y vaya, es como si me estuviese leyendo a mí mismo, por lo menos durante un tercio del artículo: un plagio en toda regla de párrafos enormes, páginas completas, y con el descaro (o ingenuidad, a saber) de poner en la bibliografía todas las referencias mías de las que han ‘copipegado’ en plan salvaje.
Aquí está prueba del delito (que no sé si es delito, o qué es esa animalada). Todo lo que está en castellano es lo de mis artículos. Todo lo que está en catalán también es mío, pero no he tenido que traducirlo yo.
Pero lo más grave de todo no es el plagio en sí mismo (porque a lo mejor hasta los chavales lo hicieron de buena fe, pues nadie les había enseñado como hacer lo correcto), sino el hecho de que las dos instituciones que acogen el texto (la Associació Catalana de Sociologia que publica o publicaba la revista, y el Institut d'Estudis Catalans que la acoge en su web) ni siquiera se molestan en responder a mi interpelación sobre el tema. ¿Será porque no lo hice en catalán? La verdad, no sé qué hacer: ¿alguna idea?
Y encima me ubican en Cáceres... En fin...
Una aproximació des de la perspectiva cibersociològica a l’estudi de la Xarxa
Israel Aragay Iglésias
Juan Manuel Franco Sánchez
Revista Catalana de Sociologia, 19 (2003), p. 73-97
Referencias mías que cita, y de las cuales han plagiado sin citar:
Bibliografia
BAIGORRI, A. (1998). Info-ricos e info-pobres. Navegando sin remos por la cresta de la ola [en línia]. Càceres. <http://www.unex.es/sociolog/BAIGORRI/portico.htm>
— (2000a). La fractura digital en la Universidad. Retos de la alfabetización tecnológica en un mundo en red [en línia]. Càceres. <http://www.unex.es/sociolog/BAIGORRI/portico.htm>
— (2000b) Luces y sombras de las nuevas tecnologías de la información. Elementos para un análisis crítico de la red [en línia]. Càceres. <http://www.unex.es/sociolog/BAIGORRI/portico.htm>
Primer Gran Fragmento Fusilado sin citar (De la ponencia "Elementos para un análisis crítico de la red")
EL ORIGINAL (MI TEXTO)
“B) La cuestión de la identidad Los problemas relacionados con las identidades colectivas, puestos de manifiesto por la globalización, alcanzan su máxima intensidad en el marco de la Internet. Problemas como la ciudadanía nacional frente a la net-ciudadanía global; la propia discusión sobre la realidad de un global way of life o la persistencia imperial del american way of life; la perversión de los idiomas, y con ellos del propio conocimiento
(traductoras automáticas); el fenómeno de la recuperación de identidades perdidas por las diásporas demográficas...
C) Anomias y perversiones
Más allá del análisis de uno de los primeros problemas detectados con la popularización de la red, la adicción, la Cibersociología debe enfrentarse a cuestiones de mayor enjundia, como el desarrollo imparable del cibersexo, la ciberprostitución y la explotación de la miseria (más allá de la pornografía infantil); la utilización de la red como altavoz libre del terrorismo y el fascismo, o como instrumentos del linchamiento colectivo ('¡Maten a ese médico!', 'Eliminen a tal traidor').
D) Desigualdad, democracia y control social
Con la perspectiva con que el análisis de la realidad dabe hacerse desde presupuestos científicos, debemos situarnos tan lejos de la crítica luddita como del ciberoptimismo radical para enfrentarnos a los grandes temas relacionados con la desigualdad y el control. El núcleo duro de la temática sociológica encuentra en Internet un espacio de análisis rico y urgente. Hemos hecho ya referencia a ellas en el apartado anterior.
Así, es necesario plantearse la cuestión de ¿para quién es Internet?. El debate sobre info-ricos e info-pobres (Baigorri, 1998) es, sin duda alguna, la cuestión central, como lo es en cualquier sociedad la
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desigualdad. Más allá del debate sobre si la red es un juguete de las clases medias y altas de los países ricos, hay evidencias más preocupantes a partir del propio crecimiento de Internet; así, empieza a hacerse evidente que la sobreinformación conducirá a la necesidad de selección de una información de calidad para quienes puedan pagarla; como existen serias dudas sobre la viabilidad real de una informatización/internetización absoluta del planeta (¿es sólo cuestión
que la reducción de precios lo haga accesible a capas mayores, o hay limitaciones estructurales?), o sobre los efectos de la sobreinformación.
Y la segunda cuestión crucial en relación a este apartado es, como ya hemos desarrollado, la de quién controla a Internet, y si la red puede convertirse, como auguran algunos críticos, un nuevo instrumento de control social, en la medida en que lo saben todo de nosotros (¿quién?),
pueden controlar todos nuestros movimientos (¿quiénes, con qué objeto?), y la censura ideológica puede seleccionar los contenidos realmente accesibles en los buscadores. O si, por el contrario (o también) es una herramienta que profundiza la democracia en la medida en que,
como apuntan no pocos tecnológos, no hay capacidad virtual para un control eficiente de la red, hoy por hoy, por su carácter crecientemente caótico; en qué medida inntroduce efectivamente una conciencia planetaria, ese sentido de ciudadanía global de que hablábamos; en qué medida es un espacio en el que difundir las ideas de los grupos más marginados por el stablishment; y, muy especialmente, en qué medida posibilita formas efectivas de democracia directa.”
… Y LA COPIA (TRADUCIDA)
a) La qüestió de la identitat. Els problemes relacionats amb les identitats col·lectives, posats de manifest per la globalització, i que arriben a la seva màxima intensitat en el marc d’Internet. Problemes com la ciutadania nacional davant la netciutadania global. El fenomen de la recuperació d’identitats perdudes per les diàspores demogràfiques.
b) Anomies i perversions. Més enllà de l’anàlisi d’un dels primers problemes detectats amb la popularització de la Xarxa, l’addicció, la cibersociologia ha enfrontar-se a qüestions com el desenvolupament imparable del cibersexe, la ciberprostitució i l’explotació de la misèria (més enllà de la pornografia infantil) o la utilització de la Xarxa com a altaveu lliure del terrorisme i el feixisme.
c) Desigualtat, democràcia i control social. Amb la perspectiva que l’anàlisi de la realitat ha de fer-se des de pressupostos científics, ens hem de situar tan lluny de la crítica luddita com del ciberoptimisme radical per enfrontar-nos als grans temes relacionats amb la desigualtat i el control. El nucli dur de la temàtica sociològica troba en Internet un espai d’anàlisi ric i urgent. Dins aquest tema, és important la qüestió d’analitzar qui controla Internet, i si la Xarxa pot convertirse, com auguren alguns crítics, en un nou instrument de control social, en la mesura que «ho saben tot de nosaltres». Poden controlar tots els nostres moviments? La censura ideològica pot seleccionar els continguts realment accessibles en els cercadors. O si, en canvi —o
també—, és una eina que aprofundeix en la democràcia en la mesura que, com apunten no pocs tecnòlegs, no hi ha capacitat real per a un control eficient, ara per ara, atès el seu caràcter creixentment caòtic.
En quina mesura introdueix efectivament una consciència planetària?
Aquest sentit de ciutadania global de què parlàvem, en quina mesura és un espai apte per difondre les idees dels grups més marginats per les elits culturals i polítiques? I molt especialment, en quina mesura possibilita formes efectives de democràcia directa?
SEGUNDO GRAN FRAGMENTO COPIADO, EN LAS CONCLUSIONES
EL ORIGINAL (MI TEXTO)
“En esta última parte del trabajo, una vez expuesta la magnitud del fenómeno social al que nos enfrentamos, trataremos de apuntar los elementos hacia los que, desde nuestra perspectiva, la Sociología crítica debe orientarse en el análisis de la red.
Pensamos que la Sociología, que fue capaz de explicar la Sociedad Industrial a una sociedad asustada por sus más agresivas o tempranas manifestaciones (urbanización, movimientos de masas, desviación y anomia, conflictos de clase, estatalización de las relaciones sociales, etc), sigue siendo el instrumento ideal para explicar a la sociedad contemporánea los profundos cambios que se están produciendo. Sólo el conocimiento permite superar el pavor hacia el
desarrollo tecnológico.
En primer nos centraremos en el núcleo central de toda la problemática que se plantea en torno a las Nuevas Tecnologías de la Información: ¿son tecnologías que benefician a la sociedad, esto es a la mayoría de los ciudadanos, o son oscuros y pérfidos instrumentos 'del poder' o de 'el
capital'?. Intentaremos analizar con racionalidad (la principal aportación de la Sociología) dicha cuestión. Y finalmente señalaremos cuales son a nuestro juicio, y por qué, los principales campos de estudio en los que la Sociología debe centrarse si, efectivamente, quiere ser ese instrumento
de análisis crítico de la nueva sociedad.
...
Ivan Illich propuso hace casi tres décadas el concepto de 'convivencialidad', según el cual una sociedad convivencial sería aquella "sociedad en la que las herramientas modernas están al servicio de la persona integrada en la colectividad, y no al servicio de un cuerpo de especialistas. Convivencial es la sociedad en la que el hombre controla la herramienta" (Illich, 1973:13). Hoy por hoy, y a la vista de los datos fragmentarios de que empezamos a disponer, Internet puede contribuir a la construcción de una sociedad planetaria convivencial.
....
En la base de esta interpretación está uno de los puntos focales en el debate sobre la red: la democracia digital. Porque en la medida en que Internet esté contribuyendo, o no, a expandir la democracia, podremos decir que está al servicio de la sociedad convivencial, o al servicio de una
oligarquía. Y el núcleo central es, en este punto, la posibilidad de controlar Internet, algo que, hoy por hoy, parece imposible para los estudiosos de ese tema (Kedzie, s/f). Algunos análisis empíricos muestran la correlación existente entre los progresos democráticos en el mundo y el progreso en la red de interconexión telemática (Clift, 1998).
Dicho carácter incontrolable respondería, esencialmente, a la no existencia de un gobierno mundial, y en consecuencia de leyes efectivas que afecten a los internautas, puesto que su actividad es supranacional. En la misma medida en que la inexistencia de una legislación mundial, o transnacional, efectiva, está contribuyendo a la intensificación de determinadas lacras de la globalización (Beck, 1999).
....
Es cierto que la mayor parte de estos análisis tecnológicamente optimistas llegan de los Estados Unidos, donde se observa cómo Internet está permitiendo el desarrollo de nuevas instituciones que permiten a la ciudadanía intervenir y tener protagonismo "en esas cosas de la democracia que ocurren entre cada periodo electoral" (Kedzie, s/f). Pero también la Comisión Europea, a la hora de elaborar su libro blanco sobre la vida y el trabajo en la Sociedad de la Información, propone que es posible que, en esa sociedad, el pueblo sea el protagonista (EU, 1996).”
Y LA COPIA (TRADUCIDA)
En aquesta última part del treball, un cop exposada la magnitud del fenomen social al qual ens enfrontem, apuntem temes vers els quals creiem que han d’orientar-se les ciències socials, i la sociologia en particular, pel que fa a l’estudi de la Xarxa. Pensem que la sociologia ha estat capaç d’explicar diverses transicions socials, com la de la societat industrial, a una població descollocada per les seves més agressives i primerenques manifestacions (urbanització, anomia, conflictes de classe, etc.) i per això continua essent l’instrument ideal per explicar a la societat contemporània els profunds canvis que s’estan produint. Només el coneixement permet superar el desconcert davant el desenvolupament tecnològic.
Mirant el nucli central de tota la problemàtica que es planteja entorn de les noves tecnologies de la informació ens podem preguntar: són tecnologies que beneficien la societat, és a dir, la majoria dels ciutadans, o són instruments del poder o del capital? Cal analitzar
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racionalment aquesta qüestió, assenyalant quins són, i per què, els principals camps d’estudi en els quals la sociologia ha de centrar-se si, efectivament, vol ser aquest instrument d’anàlisi crítica
......
Ivan Illich va proposar fa gairebé tres dècades el concepte de convivencialitat, segons el qual una societat convivencial seria aquella societat en la qual les eines modernes estan al servei de la persona integrada a la col·lectivitat, i no al servei d’un cos d’especialistes.
«Convivencial és la societat en la qual l’home controla l’eina» (Illich, 1973). Ara per ara, i a la vista de les dades fragmentàries de què comencem a disposar, confiem que Internet pugui contribuir a la construcció d’una societat planetària convivencial.
...
D’altra banda, el fet que Internet estigui contribuint, o no, a estendre la democràcia, ens permetrà dir si està al servei de la societat civil o al servei d’una oligarquia. El punt central d’aquesta qüestió és la possibilitat real de controlar Internet, una cosa que ara per ara als
estudiosos del tema els sembla impossible. Algunes anàlisis empíriques mostren correlació entre els progressos democràtics al món i el progrés a la Xarxa d’interconnexió telemàtica (Clift, 1998).
No obstant la inexistència d’una legislació mundial o transnacional efectiva, completa i consensuada, Internet està contribuint a la intensificació de determinades xacres de la globalització (Beck, 1999).
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És veritat que la major part d’aquestes anàlisis tecnològicament optimistes arriben dels Estats Units, on s’observa com Internet està desenvolupant noves institucions que permeten a la ciutadania d’intervenir i tenir protagonisme. Però també la Comissió Europea, mitjançant el seu Llibre verd (UE, 1996), proposa la possibilitat que la societat, el poble, sigui el protagonista.
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En aquest sentit, l’estudi sociològic de les NTIC (cibersociologia) intenta respondre a tal desafiament, plantejant bàsicament les següents qüestions: Internet i desigualtat (inforics i infopobres); el control de la Xarxa i dels usuaris (Internet i democràcia); la qüestió de la identitat (la net-ciutatania); l’entropia i la fiabilitat de la Xarxa (el núvol de smogbinari) i la Xarxa com a espai d’anomia (anomies i perversions). Creiem oportú clarificar la nostra posició sobre alguns d’aquests temes i d’altres, tractats al present treball.
(ESTO ES JUSTO MI PROPUESTA DE CIBERSOCIOLOGÍA, PERO SIN CITARLA)
Otro fragmento, de otro de los artículos citados en la bibliografía “La fractura digital en la universidad”, más grave aún porque plagian mi párrafo y a su vez a aquellos autores, que yo sí cito, de los que tomé en su día la idea.
EL ORIGINAL (MI TEXTO)
En este marco nos aparece la gran fractura social que va a caracterizar las primeras décadas del siglo XXI: la división entre info-ricos y info-pobres, esto es, entre quienes tiene y entre quienes no tienen acceso a los bienes de la Sociedad de la Información (Baigorri, 1998). Una fractura que no se produce únicamente entre sociedades desarrolladas y subdesarrolladas, sino entre grupos sociales dentro de ambos tipos de sociedades (Pruett, Deane, 1998).
Y LA COPIA (TRADUCIDA)
Però aquesta fractura no es produeix únicament entre societats desenvolupades i subdesenvolupades, sinó també entre grups socials diferents dins ambdós tipus de societats.
Y hay otros elementos; títulos plagiados, epígrafes sintetizados sin referenciar… En fin, una carnicería
Pues el artículo de esos tipos sigue ahí en la web de la revista. Realmente la Asociación Catalana de Sociología tiene bien poca honestidad institucional. Cómo van a respetar a la Sociología, si no se respeta a sí misma.
ResponderEliminarDe todas formas, tómatelo con calma, Artemio. Porque con la alegría con la que subes tus textos a Internet, y lo despreocupadamente que difundes tus ideas y teorías en el blog, es normal que te copien, y te plagien.
Si te sirve un consuelo, aquí va una idea: si Eugenio d`Ors tenía razón, y lo que no es tradición es plagio, sin duda tú formas parte ya de la tradición, por repetidamente plagiado. Osea, tú: que eres un clásico.
Vaya consuelo :-) Además, los auténticos clásicos tienen una ventaja: salvo escasas excepciones, no han tenido que sufrir por los robos de ideas. Cuando estaban vivos, no había Internet. Y ahora que hay Internet, no viven para verlo. Osea: que habrá que asumirlo como otro de los efectos distópicos de la red, con el que hay que aprender a convivir.
EliminarAh: gracias por el aviso. Les escribiré de nuevo a los de la ACS, a ver si esta vez responde alguien.