"Anónimo" me insiste, en los comentarios a mi nota, en que le aporte argumentos, no ideología, sin darse cuenta de que el problema es que lee ideológicamente (esto es, pasándolos por el filtro de un cosntructo previo para la interpretación de la realidad) los argumentos, lo que no le permite ver puntos de luz, sino puntos de desencuentro.
Conozco ese proceso. Por ejemplo, ese filtro ideológico le hace esperar que yo deba aportar argumentos en defensa de la Refinería de Tierra de Barros. Y no es así; tales argumentos debe aportarlos la empresa promotora y la administración que apoya el proyecto. A mí, en tanto que "líder de opinión" (como se cachondeaba el otro día mi tesitanda intermitente, periodista en un medio de comunicación extremeño), me han preguntado mi opinión, y la he dado (aquí está el esquema de mi exposición en la jornada de debate organizada por los sindicatos en Mérida en 2005): las refinerías no me gustan, pero hoy por hoy (cuando está a punto de terminarse el flujo de transferencias de la UE) no se otean alternativas de inversión (salvo llenar todo el territorio de molinos de vientos, como quieren algunos, lo que considero un impacto aún mayor), porque quienes han obtenido pingües beneficios derivados de los subsidios europeos los han dilapidado en consumo conspicuo.
Es una falacia decir que es una industria acabada, porque sabemos que el elevado precio actual del petróleo no deriva de su escasez, sino de la escasa capacidad de refino; va a generar mucho empleo directo e indirecto, y si (como venimos pronosticando sin acierto los ecologistas desde hace treinta años) a corto o medio plazo realmente se agota el petróleo, Extremadura estará en posición de convertirse en un emporio neoenergético en base a los biocombustibles (si se gestiona inteligentemente la inversión, claro está), cuando por ejemplo el exceso de plantaciones de olivos con riego por goteo (tanto en España como en todo el Norte de Africa, Oriente Medio y California) lleve al hundimiento del precio del aceite.
Esas son las razones que me han llevado (cuando me lo han preguntado) a definirme (tras analizarlo mucho por mi cuenta, no a cuenta de nadie) a favor con reservas de esa inversión.
Por supuesto, por un lado están las razones que me llevan a inclinarme a esa aceptación estoica y con reservas de la refinería, pero por otro lado están las inevitables observaciones que debo hacer sobre la hipocresía de muchos (de ningún modo todos) de los que se oponen. Que no se oponen a "la era del petróleo" (porque no se plantean en modo alguno bajarse de los Volvo's o Toyota's, ni dejar de viajar a la India o Cancún), sino que simplemente, como buenos NIMBY's, no desean que los efectos indeseados del desarrollo les salpiquen a ellos: para eso están los marroquíes (y así de paso les ayudamos a desarrollarse, y dejan de molestarnos por las aceras), si es que necesitamos más capacidad de refino para sus (múltiples) vehículos.
Yo estaría dispuesto a bajarme ahora mismo del carro y vivir en Ecotopía. Luché por ello durante años, hasta cansarme (y así descubrí, y entendí entonces un poema de Bertolt Brecht, que no soy imprescindible), pero firmaría ahora mismo (en el marco de la Sociedad Telemática sería más fácil y viable). Pasa una encuesta sobre esta cuestión en la próxima mani de la PPlataforma, a ver qué sale... Quizás entonces sea el momento de recordar otro hermoso poema de quien tuvo la mala suerte de terminar viviendo (y sobre todo, muriendo) en la sociedad por la que creyó haber luchado:
"Cuando llega el momento de marchar
Muchos no saben
Que es su enemigo quien marcha a la cabeza
La voz que manda
Es la voz de su enemigo
El que habla del enemigo
¡ es el propio enemigo !"
Pero decía que "una y no más...". Me han preguntado, me he documentado, he reflexionado, y he opinado. Punto. Yo no represento ni a la empresa, ni a la Administración. Así que pasaré ya de comentarios, especialmente si son anónimos.
Estimado señor Baigorri:
ResponderEliminarSoy el "Anónimo" que le pidió argumentos (un "Anónimo" diferente al que inició la conversación).
Verá, usted dijo que pensando en los intereses de la mayoría de los extremeños no queda otra que aceptar esa molesta industria. Yo me limité a pedirle argumentos para conocer en qué se basa su opinión (en este caso, argumentos y razones son sinónimos). No le pedí argumentos en defensa de la refinería sino argumentos en defensa de su afirmación.
Usted, yo y todos hacemos una interpretación ideológica de la realidad, pero aún así basamos nuestras opiniones en los datos y el conocimiento que tenemos de esa realidad. A eso me refería.
Por ejemplo, sobre la culpa del alto precio del petróleo hay muchas opiniones: la OPEP se quita el muerto de encima diciendo que es la escasa capacidad de refino, otros culpan a Bush por la invasión de Irak...
Los datos son, por ejemplo, que la "era del petróleo" se acaba (lo dicen los expertos y hasta las petroleras, no sólo los ecologistas), o que la mitad de las refinerías de Estados Unidos cerraron por falta de rentabilidad.
Sobre el beneficio de una refinería para Extremadura, no me convence el argumento de que va a generar empleo por tres razones:
1. Como mucho serán unos 500 puestos de trabajo, que no nos sacan de pobres (en cualquier actividad económica se crea esa cantidad al año en Extremadura y a nadie le da por pensar, al contrario de lo que se dice de la refinería, que con ello tenemos resuelto el desarrollo regional).
2. Con muchísima menos inversión se podrían crear los mismos puestos de trabajo, instalando plantas de biodiesel por ejemplo.
3. Los empleos no se mantendrían en el tiempo. Podemos discutir cuándo llegará exactamente el principio del fin del negocio del petróleo pero, parafraseando a Alfonso Guerra, da igual que sea en 2015 o 2030, porque en ambos casos eso será mañana. Y mucho antes habrá que dejarlo de todas formas, por el cambio climático.
No me extiendo más, pero antes de terminar debo decirle que me ha sorprendido ver que usa el mismo recurso de los que atacan a los ecologistas diciéndoles que renuncien a los "adelantos". Si ya estuviesen comercializadas las bolsas de plástico orgánico se podría elegir. Pero si yo necesito una bolsa no me queda otra que usar una hecha a partir del petróleo. No es culpa mía. Usando su expresión, me opongo a la "era del petróleo" precisamente para no verme obligado a usarlo como sucede ahora.
Permítame que le diga que creo que ha estado usted un tanto agrio conmigo, sin necesidad, pero no se lo reprocho pues tiene usted razón, al fin y al cabo soy un comentarista anónimo y no tiene usted ninguna obligación de responderme.
Un saludo.
Pues mira que intenté expresarlo zin acritú... Pero tiene usted razón: quizás esté un poco harto de tanto anonimato en el asunto de la refinería.
ResponderEliminarSi alguna vez coincido con usted en algún "evento" (y con lo pequeño que es el mundo supongo que sucederá tarde o temprano), tendré mucho gusto en saludarle y me presentaré como el pesado "Anónimo" aquel de los argumentos.
ResponderEliminarEncantado de haber intercambiado opiniones con usted. Un cordial saludo.
Encantado
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