Lo de los nacionalistas catalanes empieza a ser esperpéntico. Ni siquiera tienen narices para defender y proclamar lo que dicen ansiar: la independencia. Ahora que CiU ve las orejas al lobo de la independencia real, y la ruina que supondría para SU región, país o bicicleta, que entre un 30 y un 40 por ciento de las empresas que sobreviven de vender al resto de España se deslocalizasen (o se les obligase a deslocalizarse y pagar sus impuestos en España); que a las que no se deslocalizasen les cayesen las ventas en picado por cuanto los nacionalistas españoles se hartarían de hacer campañas contra los productos catalanes; que perdiesen una parte del turismo de procedencia española y de los estudiantes de procedencia española; que la Sanidad pública española les pasase la factura real de lo que cuestan sus jubilados retornados a sus regiones de origen (que además serían muchos más); que ya no pudiesen colonizar las universidades valencianas y mallorquinas... ¡y coño, que tendrían que pagarse un ejército!... Ahora dicen que bueno, que quieren ser más bien independizantes, y desde luego "con una relación intensísima con el resto de España"... Interdependiente, dicen. Nos ha jodido mayo...
Me da la sensación de que va a terminar pasando, con estos pesados, como ocurre en esas parejas en crisis en las que una de las partes se pasa años amenazando con "tenemos que hablar", "esto no puede seguir así", "si no cambias de actitud habrá que dejarlo"..., y un buen día la contraparte va y lo deja, dice "vale, adiós porque realmente no podemos seguir así...", y entonces la primera parte contratante dice que no entiende nada.
Así se quedarán los catalanes (nacionalistas catalanes incluidos, aunque sufrir lo sufran todos) el día en que el resto del Estado Federativo Español (mal llamado Reino de España), harto de ver pasear al momio, diga: "Vale. Haced referéndum, y largaos de una vez". Y pasará, vaya que si pasará... Aunque, como en cualquier ruptura, a corto plazo todos pierden. Wyoming ya ha empezado a hacer el reparto.
Algo ganaríamos los postantiguos, pues podríamos volver a escribir Cataluña, Gerona o Lérida, com cal... Porque aquí de siempre, no por culpa del franquismo, hemos dicho Estados Unidos, Nueva York, Inglaterra, Alemania o Londres...
También la Cienca Política saldrá ganando, al aparecer nuevos conceptos. Por fin los carlistas van a tener un Estado, a ver qué inventan que no sea ni reino, ni república (al decir de Mas, ese chico que pasaba por allí y encandiló a los Pujol). ¿Será un colegio mayor, una comuna, una tribu...? Porque lo más cercano que me viene a la mente, que no sea ni una ni otra, es aquello de "caudillo por la gracia de Dios", que justamente fue una de las grandes aportaciones carlistas al Nuevo Estado. Y bueno, algo hay de eso; que al fin y al cabo, en la abadía de Monserrat, y entre frailes, ha empezado casi todo este chandrío...
Lo que me lleva a pensar en otro "beneficio": ya no tendríamos que seguir aceptando pulpo como animal de compañía, como llevamos cuarenta años tragando con los amigos progres catalanes, siempre picajosos por h, o por b. El nacionalismo es reaccionario aquí, y en la Cochinchina.
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