Andaba yo leyendo sobre la acedía, ese fascinante pecado mortal en el que los moralistas cristianos incluyen a churras y merinas, no sin razón: pues la melancolía, el aburrimiento del alma, l'ennui, tan propio de jóvenes artistas y gentes sensibles en general, es un grave corrosivo de la moral cristiana. Andaba yo leyendo interesantes y amenos pasajes sobre el tema, cuando Dante me ha dado la clave de por qué me caen a mí tan mal los abstencionistas, desde aquellos tiempos del "no te metas en política" o el "yo no soy ni de izquierdas ni de derechas". Esos ángeles que ni se atrevieron a seguir a Lucifer, ni a defender a su Dios...ni a proclamar un camino alternativo al paraíso. Los ignavos.
"...las almas tristes de aquellos
que vivieron sin alabanza y sin infamia.
Mezcladas están al odioso coro
De los ángeles que ni rebeldes fueron
Ni a Dios fieles, sino para sí solos.
Los cielos los rechazan por no mancharse,
y el infierno profundo los evita,
pues de estos reinos alguna gloria cobrarían.
...Estos no tienen esperanza de morir
y su ciega vida es tan baja,
que envidian toda otra suerte.
El mundo no conserva su memoria;
La misericordia y la justicia los desprecia:
No pensemos en ellos, sólo mira y pasa"
(Dante, Divina Comedia, El Infierno, III)Addenda
Si lo quieres leer (o pensar) con banda sonora, con los herederos de Silvio y Pablo (aunque como a los agricultores, a los artistas, especialmente cuando controlan las redes del poder, les cuesta mucho soltar las riendas del huerto).
Por si alguien (como a mí) le gustan más en general las versiones de estudio que las del directo, aquí está la versión original...
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