Aquí tenemos, qué casualidad que me tocan en el mismo día, un ejemplo de cada cosa. Primero las buenas noticias, claro... Olga Merino, periodista de El Periódico de Catalunya, ha estado unos días por Extremadura, intentando entender "el cambio" (o como muy bien titula, "la vuelta a la tortilla", pues esto huele cada vez más a vuelta de tortilla) para trasladar su visión a sus lectores.
Ha hablado con unos y con otros, y ha establecido su propuesta de interpretación a partir de lo que ha escuchado. Y ha tratado el esfuerzo hecho por quienes hemos colaborado con ella con finura y delicadeza: mucho cuidado de no meter frases dichas off de record que te pueden jorobar, oficio apuntando a los temas claves que se le han planteado. Chapeau... Claro que yo hubiese insistido más en algunos otros aspectos; pero claro, es su reportaje, no el mío...
Y luego el mal ejemplo. Me escribe hace quince días una periodista para preguntarme mi opinión sobre el bloqueo del AVE, ese otro guadiana extremeño (porque también aparece y reaparece) que nadie es capaz de rematar. A las preguntas que la periodista me plantea son (ahí van con sus correspondientes respuestas) respondo con toda celeridad y generosidad, esforzándome en una síntesis:
"-¿Es viable un AVE que llegue sólo hasta Extremadura, sin continuidad internacional a Lisboa?
Depende de qué criterio utilicemos. En términos económicos no es viable: el potencial de demanda nunca va a hacer rentable la inversión. Claro, que si se aplican esos criterios, Extremadura seguiría enviando mano de obra a Barcelona en trenes de madera y tartanas motorizadas de 40 por hora de media. Pero en términos sociales es viable, porque termina de integrar a la única región que en 2013 seguirá sin AVE. Sin embargo, aún hay otro criterio posible, y es la viabilidad política. Pensemos que el AVE en su trazado actual aparece por primera vez en un documento ejecutivo español con el llamado Plan de Infraestructuras de Borrell (1993-2007); es decir, ya lleva como mínimo 14 años de retraso. Cuando Aznar llegó al poder, no sólo olvidó ese Plan, sino que incluso redujo sobre la marcha los presupuestos asignados a la autovía de la Plata, que finalmente ha tenido que ser completada en su tramo extremeño por el gobierno de Zapatero. En 2003 los jefes de gobierno y correligionarios Aznar y Durao Barroso presentaron a bombo y platillo el acuerdo y puesta en marcha del AVE Madrid-Lisboa, pero luego el gobierno español no dedicó ni un euro hasta la llegada de Zapatero. Ahora el AVE está en construcción; incumpliendo también las promesas en cuanto a plazos, pero en construcción. Pero si Rajoy llega al poder empujado por la marea de mayoría absoluta que pronostican las elecciones locales y regionales, hará lo que su maestro hizo en 1996: ralentizar o incluso tachar las obras públicas "no rentables", y eso afectaría al AVE a Badajoz. Pero es que si depende de los nacionalistas catalanes para la investidura, o la aprobación de presupuestos, la cosa puede ser incluso peor, pues ya han expresado su opinión meridiana sobre esta obra: al AVE podría terminar pasándole entonces lo que al ferrocarril Talavera de la Reina-Villanueva de la Serena. Y en este sentido me sorprende que los dirigentes extremeños del PP no estén utilizando continuamente como arma los retrasos en infraestructuras claves como el AVE, la Ronda Sur de Badajoz o la autovía a Córdoba; me preocupa incluso, pues eso me hace temer que Rajoy les haya advertido ya que no llamen mucho la atención sobre eso, porque si llega a la Moncloa no habrá un duro para esas obras.
-En caso afirmativo, ¿cómo tendría que ser ese tren? ¿Debería tener las mismas características que si continuase más allá de la frontera o debería ser más pequeño?El tramo portugués se terminará construyendo, porque Portugal necesita ese factor de integración espacial con Europa. También la autovía la hicieron más tarde, y además de peaje. Aquel fue un grave error, que aún están pagando en siniestralidad, endeudamiento y falta de equidad. Y ahora se equivocan de nuevo, porque retrasar la construcción del AVE es retrasar el acercamiento a Europa en competitividad. Pero cuando salgamos de la crisis y los socialistas vuelvan al gobierno retomarán su compromiso, pues ha sido la derecha, ahora en la presidencia y en el gobierno, la que se ha opuesto a la obra. Por eso, y sin entrar en aspectos técnicos que los técnicos deberán resolver, el AVE a Badajoz debería ser justamente el que permita, unos años más tarde, seguir camino a Lisboa."
Y dos semanas después aparece el "reportaje" (sic); resulta que lo único que quería era relleno de corifeos para las ocurrencias de Julián, siempre penoso por no poder vivir en Badajoz y siempre intentando aplicar esas briznas de hierba que otros fueron dejando en el camino a problemas que ya están resueltos.
¿O se trata de otra cuestión más fina?. Si se lee mi respuesta, se verá de mi extrañeza de que el PP extremeño no diga ni mu respecto del AVE. Ahora una periodista con apellido muy periodístico y curiosamente de un periodismo siempre en las bambalinas del poder (sólo estoy haciendo una metáfora a partir del apellido, aún cuando es posible que no haya ninguna relación de parentesco entre ambos Armero) adoba un "reportaje" en el que la tesis que se presenta como "estrella" es, curiosamente, la no necesidad del AVE en la región. "Total, para cuatro garrulos sin dinero -viene a decir Julián- que sigan en autobús, o que vayan en coche propio que para eso nos han regalado los catalanes buenas e inmerecidas autovías, y nos sobra cuota de emisiones".
Bien... Son tonterías, cosas de Julián, porque todos sabemos que el AVE es necesario, y se va a hacer. Pero claro, el PP llega como llega: con la tijera en una mano, y la propaganda ideológica que justifique los recortes en la otra (al menos ya no llevan la porra en la otra: no me dirán que no hemos avanzado en estos casi cuarenta años, que estos si que van a ser unos buenos Cuarenta, y no los otros). Osea: que, como ocurrió en 1996, el PP va a paralizar y, si no puede evitarlo, ralentizar al máximo, todas las grandes obras públicas pendientes en Extremadura. Y ya empiezan a construir, por anticipado, el masaje mediático que nos haga de vaselina. De nuevo, pues, hasta que no vuelva al PSOE al gobierno de España (dando por hecho que va a salir el próximo año) no se terminará el AVE, y no se pondrán en marcha las autovías pendientes a Córdoba y el Mediterráneo. Eso sí: ojalá me equivoque, por supuesto.
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