Esa es la cantinela que todos los días los profetas de la energía nuclear (a sueldo, por supuesto, o a través de la nónima directa, o de la financiación de sus proyectos, de las compañías eléctricas que, no olvidemos para cuanto repitan la otra cantinela, hoy son todo uno con las del petróleo) están repitiendo cada día en todos los telediarios e informativos. Cuando la sociedad, que zozobra, necesita la sabia y segura voz de los científicos y técnicos porque duda y teme, parece que sólo están a mano, en la agenda de nuestros comunicadores audiovisuales, los científicos y técnicos que viven de la energía nuclear, no los que han investigado sus efectos, sus riesgos, sus costes. Supongo que éstos han ido desapareciendo del ámbito científico/académico, axfisiados por el Nuclear Power (que ese sí que es peligroso, y no el Flower Power). El caso del Canal 24 horas de RTVE raya en la prevaricación, por cuanto se están utilizando fondos públicos no para informar (para ello deberían entrevistar a quienes minimizan y a quienes advierten de los riesgos) para manipular la opinión pública en beneficio de los intereses de determinadas empresas privadas.
Llegamos al extremo de que a la vez (es que la Sociedad Telemática es así) que el primer ministro de Japón declara al mundo que el entorno de las centrales nucleares accidentes para a ser inútil para el cultivo, que la radiactividad llega a Tokio, que en realidad no saben muy bien qué va a ocurrir, un supuesto experto independiente, investigador del CIEMAT (cuyas investigaciones dependen al pie de la letra de las empresas nucleares y del lobby nuclear europeo, sobre todo francés) nos dice que no hay peligro alguno
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Las bajas dosis... El gran caballo de Troya que venció una vez a la industria nuclear, y que evidentemente será de nuevo la clave, tras un accidente como el de Japón. Pues bien: aquí está todo lo que hay que saber sobre las bajas dosis, esas tan inocuas a juicio de los subsidiados de Endesa e Iberdrola. Aunque es un poco complicado, casi todos los libros de la National Academy Press se pueden leer gratis on line, y éste es uno de ellos.
De hecho, los investigadores norteamericanos, incluso los que viven de los subsidios de las compañías eléctricas, no son tan desvergonzados (¿o tendremos que pensar que están mejor preparados?) como los españoles. En los Estados Unidos reconocen un riesgo incuestionable, aunque a continuación (va en el sueldo) lo minimizan. Pero no lo ocultan. ¿Será le ética protestante?
Y por cierto... Ya que se habla de referendums, de niveles de información... A pesar de la manipulación que en ocasiones se ha hecho incluso desde el supuestemente objetivo CIS, según quién estuviese a su frente, hay una evidencia palmaria: la opinión pública española se opone masivamente a la nergía nuclear. Y lo mássignificativo es que, después de treinta años invirtiendo cientos de millones de euros en intentar torcer esa voluntad, hoy, aún cuando haya descendido levemente en los últimos años, la oposición es mayor que en los años 70. Estos son los resultados de la investigación que hicimos (con Mar Chaves y Manuela Caballero) sobre el tema hace un par de años, y que publicamos en el Anuario 2009 de la Fundación Encuentro, hurgando entre las muy diversas e incluso distintas preguntas que han aparecido en las encuestas y barómetros del CIS en las últimas décadas (obviamente, una forma de manipular es no mantener una pregunta constante y simple: "¿Es usted partidario de la utilización de la energía nuclear como parte de nuestra producción eléctrica?".
Que razón tienes. Lo de la televisión pública española empieza a ser catatónico. Alguien puede imaginar que en el curso del debate sobre la prohibición del tabaco la TVE sólo llevase para informar a los técnicos de las fábricas tabaqueras, o que para hablar de la legalización de las drogas sólo opinasen los químicos de los laboratorios de cocaína? Pues algo así está ocurriendo en España ahora. Si ocurriese eso el director de informativos duraría justamente eso: lo que dura un telediario
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