En la carretera de nuevo, y otra vez a volar... Empiezo a cansarme seriamente, a pesar de que las reuniones con emigrantes extremeños son todas emotivas, estimulantes, ilustrativas...
Aproveché, para hacer un grupo en Gijón (a cambio de un palizón luego en coche, en plena noche, por una extraña ruta que a tramos era autovía, a tramos nacional y a tramos camino vecinal) la invitación que me han hecho las gentes de Mover Montañas a su encuentro de clausura del Programa, en un lugar que intuyo precioso pero que no puedo ver porque llegué de noche y al terminar la sesión prácticamente era ya de noche, y tendré que irme mañana todavía de noche. Salgo a darme un paseo que pide risas para exorcizar las meigas que seguro nos rodean, me adentro en Galicia porque el sol promete estar al otro lado de la siguiente montaña, pero no... La oscuridad se acentúa. Y no hay risas. Sólo distancia, y brumas, y pequeñas humaredas, y una luna llena que anuncia... me vuelvo hacia atrás porque siento como un escalofrío, pero sólo hay más de lo mismo: humedad, oscuridad.
Y mañana de nuevo a recorrer media España para volver. Porque lo de Badajoz roza ya el esperpento, que pueda costar un viaje a Madrid-Asturias casi 800 euros, cuando desde Sevilla cuesta 300 (más el tener que ir a Sevilla, claro, y luego volver desde Sevilla). Así que mañana haré Asturias-Barcelona-Sevilla-Badajoz. Más los ciento y pico kms de coche de Vegadeo al aeropuerto de Asturias, claro. Osea, casi una circunferencia completa a la península. Espero llegar a tiempo a la mesa redonda en la que me he comprometido a participar en Badajoz, en la Real Sociedad Económica de Amigos del País, mañana por la tarde (en donde por mi viaje me perdí la presentación del último libro de mi entrañable enemigo Manolo Martín Lobo, el tipo que más honestamente me cita, quien con 83 años sigue en la brecha).
Frase (hoy me he topado con la periodista perfecta, tonterías las justas: "resuma en treinta segundos sus teorías y déme una frase..."). Decía que frase (no es la que le he dado, claro; si se la he dado, no se la puedo quitar): para los periféricos, nunca el camino más corto es la línea recta. Pues eso, que ahí andamos, haciendo el long and winding road...
Le comprendo. ¿Por qué extremadura está tan mal comunicada con el norte y noroeste de España? Porque por carretera, la ruta de la plata, deja que desear.
ResponderEliminarSeñor Baigorri, aprovecho para hacerle una pregunta, ¿Es cierto que en esta época en la que nos encontramos,en España, no existe lo rural?
No puedo precisarle dónde leí está frase que se le atribuía a usted, si no es así corríjame.
Vivo en un pueblo de la comarca del Bierzo, Calamocos, estudio quinto curso de sociología en la UNED, por lo que estoy bastante interesada por el tema de lo rural en el momento actual.
Hola:
ResponderEliminarRespecto a mis ideas sobre lo rural, en mi página web puedes encontrar los textos en los que las he desarrollado: http://www.unex.es/eweb/sociolog/BAIGORRI/
En cuanto a las comunicaciones, la Ruta de la Plata ahora mismo es una autovía estupenda, un eje rápido, salvo unos pocos tramos. De hecho en mi 'periplo' de ayer pasé al amanecer con un coche por un extremo de la Ruta de la Plata (Oviedo), y al medio día tomé, con otro coche distinto (éste el mío, que esperaba en el aeropuerto de Sevilla), el otro extremo (Sevilla), lo cual resultaba un poco surreal, después de circunvalar la península en avión. En coche hay comunicaciones rápidas desde Extremadura, ahora mismo, con toda la península.
l problema está en el resto de los sistemas: telemáticas, ferrocarril y avión. Y éste además tiene un coste diferencial superior al que tiene para los usuarios de otras comunidades.
Muchas gracias, por su respuesta.
ResponderEliminar