2008/02/29

Tal vez el problema de los matemáticos

(volviendo a ellos, dada la noticia que me llega) es que no les gustan las matemáticas (y lo entiendo). Por eso, a pesar de la formación tan limitada y centrípeta que tienen (mírese cualquier plan de estudios: desde los 17 añitos no vuelven a tratar con nada parecido a los hechos humanos), se dedican a otras cosas: por ejemplo, a pretender predecir la evolución ideológica de la Sociedad. Algo que se puede intentar predecir, por supuesto; con la ayuda de instrumentos de origen matemático, por supuesto... pero difícilmente, seriamente, sin conocer conceptualmente qué es una ideología, cómo se conforma, cómo se transmite, cómo se modifica... cómo... cómo... cómo funcionan los procesos sociales. Y es que "los de Ciencias" leen demasiado al defensor de la energía nuclear Asimov, y su Fundación , cuando deberían leer el cántico de Miller (por lo demás mucho mejor literatura, dónde va a parar, sin la pompa y circunstancia del ) para quitarse un poco los humos.

Pero claro... No es que los matemáticos se dediquen a hacer Economía, o Sociología (en realidad no van más allá de Condorcet, con una diferencia brutal: aquel hombre era un auténtico enciclopédico, el último ilustrado... no obstante lo cual Comte lo puso a caer del burrro). Es que más bien se trata de una tendencia general en nuestra sociedad, en la que todo el mundo se mete a hacer lo que le place y le dejan, y no lo no sabe y debería hacer (en el caso de los matemáticos españoles está bastante claro lo que deberían hacer: aprender a enseñar matemáticas, para que no sigamos siendo el hazmerreir del mundo desarrollado). Aunque, por supuesto, no todo el mundo hace lo que le apetece hacer, exactamente: tras las Ciencias Sociales no hay corporaciones profesionales como las de los Médicos, Arquitectos, o Ingenieros, para defender "la profesión".

Pero decía que los matemáticos no son los únicos. No veamos la paja en el ojo ajeno sin echarle un vistazo a la viga en el propio (podrían decirme a mí, que pico en tantos caldos). Debería hablar de sociólogos que ni siquiera son sociólogos escribiendo sobre sobre teorías de localización industrial!, una materia específica de economistas y geógrafos (que tampoco lo son), pero para qué buscarme más enemigos en potenciales tribunales (así es como se consolidan las redes de poder en la Universidad, efectivamente: desistiendo de denunciar "por si acaso"). Y es una pena, porque en la Sociología nos queda mucho por desarrollar desde los tímidos apuntes que Durkheim en un sentido, y Simmel en otro, hicieron sobre el espacio. Creo que podemos llegar mucho más allá de donde llegaron las gentes de Chicago (este un buen ejemplo auténticamente transdisciplinario de esa línea de trabajo). Pero haciendo Sociología, o Ciencia Social transdisciplinaria, no Economía, ni siquiera Geografía, que hay que dejárselas a los economistas, y los geógrafos...., aunque sólo sea para que ellos dejen la Sociologia en paz...

Neil Smelser, un exquisito transdisciplinario considerado el 'padre' de la Sociología Económica, aunque va mucho más allá, tiene un texto exquisito sobre fronteras y préstamos interdisciplinarios.

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