2005/12/23

Enredados en redes

De pre-adolescente me gustaba de-construir (yo no sabía que hacía eso, pero es que entonces, finales de los '60, Derrida apenas empezaba a utilizar el palabro) mis pensamientos. Detener de pronto el curso de mis pensamientos y rebobinar: descubrir (por ejemplo) qué pasos concretos habían llevado a mi mente a la evaluación de las posibilidades de que aquella chica se apretase en el baile del domingo, a partir de la observación del salto de una rana en la acequia desde la que estaba regando un campo de pimientos. A veces conseguía la deconstrucción, pero otras muchas me perdía por los vericuetos de mi red neuronal. No sé... Debí adoptar el hábito a partir de alguna lectura; o quién sabe, quizás algún jesuita me empujó a hacerlo en alguna confesión, para obligarme a encontrar la fuente del pecado.

El asunto es que desde que tuve acceso, a principios de 1995, a Internet, y sobre todo al concepto de hipertexto (ya apenas utilizado, por cierto), a menudo me gusta jugar conmigo mismo al mismo juego, pero referido a mis procesos de pensamiento no sólo por las neuronas proteínicas de mi cerebro indivual, sino también por las neuronas eléctricas de mi cerebro social.

[Que a qué viene este rollo? Vale, sigamos...]

...de forma que he leido el correo que me enviaba un sociólogo al que dirijo (a ratos robados por parte de ambos) su tesis sobre urbes globales y locales. Me contaba que iba a hacer una entrevista, para una revista, a otro sociólogo que además es diputado en el Parlamento español. No les sonaba el nombre a mis neuronas de proteína, y por supuesto he entrado a buscarlo entre mis neuronas (pues también son mías, en la medida en que contribuyo a su extensión) eléctricas globales. Y resulta que tenía un blog, con algunas reflexiones políticas, y por tanto insuficiente en mis pesquisas. Así que he retornado a la lista (enorme) de sinapsis ofrecidas por Gooogle, y en una de ellas aparecía un nombre tremendamente sugestivo, Sociedad de las Indias Electrónicas, que me ha enganchado como canto de sirena, y he navegado hasta encallar, y me he encontrado con este estupendo sitio, donde entre otras cosas interesantes, y además de muchas sonrisas en las fotos de sus gentes, hay una breve, clara y concisa introducción a la teoría de redes sociales, que recomiendo a los estudiantes de Sociología (que deben enfrentarse a menudo a obtusos textos 'oficiales' en castellano que complican el asunto, en vez de aclararlo), además de por supuesto a todo interesado en el tema.

Nota:
En realidad es una deconstrucción muy simple, un recorrido muy corto. Pero quería hablar de las dos cosas, y no tenía ganas de escribir dos notas (nunca los llamaré 'post', y el término 'artículo', que se está extendiendo, me parece inadecuado porque generaliza un término que sólo es aplicable a algunas de las notas que se escriben en los blogs; pero vamos, igual que se ha implantado la inapropiada -y fea- palabra 'brecha' para hablar de la fractura digital, supongo que terminará pervirtiéndose la palabra 'artículo')

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