Profesión

En elaboración

2007/03/25

Hablando de sociólogos/as,

el blog de una de esas pocas estudiantes de Sociología que aún quedan me muestra una interesante reflexión sobre la Web 2.0, con una entretenida ilustración que no termina de convencerme (y mira que soy yo telemático); porque al final lo que vemos es un lío de cambios de los que no queda constancia, mientras que el papel siempre está ahí, con sus tachones, concreto, cerrado, limitado. A menudo pienso que la nube de smog binario nos va a devorar, como en esa horrorosa película, Pulse (la más mala que he visto en muchos años, y mira que me lo había advertido mi hijo). El comentario de Elisa me conduce, a través de un blog llamado Sociología Contemporánea, hasta un interesantísimo proyecto técnico, Gapminder, aún en pañales, orientado al análisis y divulgación visual de datos. Habrá que hacerle un seguimiento.

¿Quién educará para la ciudadanía?

Me convocan a un debate televisivo sobre el tema y (la verdad, un poco cansado de unas semanas excesivamente mediáticas, teniendo en cuenta que no me presento a ningunas elecciones) remito a otras gentes. Pero luego me paro a pensar en que es un error. Creo que los sociólogos, como colectivo, como profesión, van a perder un ámbito más que debería corresponderles antes que a nadie, supongo que en favor de los filósofos, los historiadores,...o cualquiera que pase por allí. Pero nadie tiene la preparación que tiene un sociólogo para transmitir lo que significa la diversidad, o cómo funciona una sociedad democrática, o cualquiera de los aspectos que requieren esos contenidos. Pero seguro que, como siempre, los ámbitos institucionales de nuestra profesión están mirando hacia otro sitio. Como hace días que no envidio a nadie, envidiaré hoy a los americanos que tienen una ASA que da gusto verla (sí, es un buen momento para envidiarlos, días después de comprobar el pago de más de 100 euros de cuota colegial por nada). Por cierto: interesante, clarito y conciso este artículo sobre la materia.


2007/02/06

¿Sociología? No, gracias... Total, ¿para qué?

Por ejemplo, no hace falta para ser profesor de Sociología.
Llego de nuevo de Madrid y el asco es ya como si hubiese pasado a formar parte de mí, después de haber visto lo que he visto sin haber sido capaz de arrancarme a gritos. A ver si soy ahora capaz de explicarlo friamente en cinco líneas, y con la máxima objetividad posible.
Seis candidatos a una plaza de profesor de Sociología.
De ellos, sólo 2 son sociólogos; sólo 3 tienen un currículum y un proyecto docente consistente, y por supuesto sociológico; sólo 4 tienen un proyecto docente consistente.
Pues bien: ninguno de ellos supera la evaluación de sus méritos.
Quienes la superan (2) no son sociólogos, ni tienen apenas experiencia docente en Sociología (uno de ellos ni siquiera tiene experiencia docente, salvo un curso a tiempo parcial en una privada).
Eso sí, ambos llegan bien arropados por catedráticos.
Uno de ellos, por su propio padre y otra veintena de catedráticos y profesores. Un padre que casualmente escribe artículos con uno de los miembros del tribunal (subalterno suyo en la Universidad), artículos que luego publican en la revista del presidente del tribunal (con el que también comparte másteres y esas cosas).
Las conexiones del catedrático que apoya al otro son más delicuescentes, como ocurre con las redes de apoyo mutuo de La Obra, pero se hacen sentir con casi idéntica fuerza.
¿Para qué, entonces, estudiar Sociología?
Vaya, si es por aprenderla, vale... Pero si alguien lo hace pensando en dedicarse al mundo académico, por ejemplo ser profesor de Sociología, es mejor no hacerlo. No ahora. O al menos, según parece, no en este país, mientras subsista la Ley de Universidades que el PP nos atizó para poner, de nuevo, en manos de la los caciques más poderosos (en el caso del Área de Sociología, además, la mayoría ni siquiera son sociólogos), el acceso a la función pública en el profesorado. Estudien cualquier otra carrera, y así, si tienen padrinos, a efectos prácticos tendrán dos: esa carrera, y Sociología.
Ah, unas notas, al hilo de lo que un comentarista decía el otro día sobre ídolos caídos... El último que yo tuve fue Bob Dylan, pero hace la tira de eso, de forma que cuando coqueteó con los neocon ya era yo demasiado mayor como para que me afectase. Pero vaya..., sí que tenía por honestas a algunas gentes que dicen preocuparse por las desigualdades, que creía yo que llevaban años dedicados a generar ideología progresista (también es verdad que con la ayuda de cuantiosos fondos públicos), y que hoy descubro (además de profundamente cínicas e hipócritas), preocupadas únicamente de consolidar las estructuras de dominio sobre los débiles. Dedicados a dejar colocados, bien atados a la ubre del Estado, a sus hijos y a los hijos de sus amigos. Abusando de los débiles.
Aún así, quiero creer que la justicia triunfará sobre la vileza. Creo que eso será así: creo en la Historia.
Y espero verlo, además...


2007/01/31


Sociología ¿Sí? ¿Para qué?

Vengo de Madrid, en donde he asistido, como público, a un acto académico-administrativo, y vengo vomitando... (y eso que ya no me mareo en los coches). Vengo pensando en que no me extraña que los alumnos desaparezcan de las Facultades de Sociología. ¿Para qué van a estudiar esa carrera?. De hecho, ahora mismo me siento gilipollas de haber contribuido, siquiera haya sido mínimamente, o imperceptiblemente (o quizás simplemente de haber intentado contribuir) a salvar esa titulación en España.
Ya les contaré... Por supuesto que les contaré.

2006/04/07


¿Nueva ministra, nuevo grado?

Como dice Luis Gomez en el comentario de abajo, es posible que el cambio en la cabeza del ministerio signifique retomar con racionalidad la cuestión del grado de Sociología. Además, la maquinaria pesada de los grandes departamentos y facultades está ya a toda máquina, junto a las gentes de Antropología. Es una pena que desde los núcleos duros del stablishment se siga actuando como si la Sociología sólo existiese en las Facultades de Sociología, pero ahí estaremos todos, empujando. Porque lo importante, ahora, es que el grado de Sociología no desaparezca.

2006/04/05


SOCIOLOGÍA, SÍ

En menos de 24 horas (incluyendo la noche, poco funcional) más de un centenar de personas han firmado el manifiesto DECIMOS NO contra la desaparición del grado de Sociología diferenciado en la Universidad española (incluyendo colegas de Portugal, Bélgica, Francia, Inglaterra, Estados Unidos, México, etc). Cada cinco minutos aumenta el número de firmantes, lo que augura, dada la velocidad de difusión de estos procesos, miles de firmas en pocos días, que los asesores de la ministra del ramo tendrán siquiera que pararse a mirar.
...
Y bueno, no es lo de menos, la Federación Española de Sociología ha reaccionado, y acaba de difundir esta mañana una declaración propia, así como la declaración de los Departamentos. Más vale tarde, que nunca. Por una vez, nos movemos, y como tantas veces, hay que empujar desde la periferia del sistema. ¿Somos los Burgundios? ¿Guardamos el tesoro de los Nibelungos?

2006/04/03


Adiós, Sociología, adiós...

Hablando de gaviotas y otros pájaros, y pájaras... El Ministerio de Educación ya ha publicado la relación de grados, y Sociología desaparece en España como titulación específica.
Lo más gracioso es el tibio manifiesto del Colegio Nacional y sobre todo el absoluto silencio de la Federación Española de Sociología, que se supone defiende los intereses de esta Ciencia. Ni siquiera difunden el manifiesto de los Departamentos de Sociología y de Antropología Social.
Aquí se puede encontrar el catálogo de títulos, y algunas interesantes conclusiones de esa comisión de sabios que se han dedicado a lo suyo.
Ni siquiera tienen la elegancia de definir un grado genérico de Ciencias Sociales, para que al menos Sociología pudiese ser un postgrado específico.
¡Pero si hasta Historia del Arte, o ese baño de cultureta general que es Humanidades tienen derecho a grado, pero no la madre de las Ciencia Social, y del positivismo moderno!
Aunque yo insisto en que nos lo tenemos plenamente merecido. Así que vamos a hacer algo, y vamos a pedirle a todo el mundo que haga lo mismo, aunque sea un detalle insignificante: decir que no. Mañana estará disponible la hoja de firmas, y a finales de abril se las mandaremos todas a la Sra Ministra.


2006/03/17


Evidentemente tampoco soy la ministra de Educación,

porque no podría hacerlo tan mal como ella lo está haciendo en algunas cuestiones (bastantes, demasiadas para ser una ministra socialista, o progresista, o postmaterialista, o lo que sea...). Porque mala, muy mala, es la insultante ocurrencia de hacer desaparecer el grado de Sociología y convertirlo en uno fusionado, no ya con su anterior par, Ciencia Política, sino nada menos que con Antropología Cultural, cuyo episteme es radicalmente distinto, por muy parientes que sean (como lo es Economía).
...
El día 23 muchos departamentos de Sociología, y de Antropología, así como Facultades de CC. Políticas y Sociología, harán (haremos, porque yo desde luego, me sumo) un paro informativo. ¿Pero hace falta informar de semejante estulticia?
...
Es curioso que a la ministra no se le haya ocurrido, para ahorrar, fusionar Administración de Empresas con Economía (que por cierto no la demanda nadie). Y es que claro: es economista. No, no quiero decir que esté aplicando la ley del embudo, para nada: sólo supongo que de la naturaleza de esas titulaciones debe de estar mejor informada.


2005/03/02


Efectivamente, quieren que desaparezca la Sociología

Lo que me temía y excpresaba ayer mismo en este blog, tiene todos los visos de materializarse. La Red de Departamentos de Sociología (los que nos reunimos en Madrid) acaba de difundir esto: "Tenemos noticias de que en la Conferencia de Rectores está prosperando la idea de proponer un grado único de Ciencia Política y Sociología. Sería conveniente que todos los Departamentos que suscribimos el acuerdo de Madrid de 19 de febrero, y aquellos que hasta la fecha se han sumado al mismo, hicieramos llegar a los rectores de nuestras respectivas universidades dicho acuerdo para que estén bien informados de nuestra opinión. Rogamos procedáis en ese sentido lo antes posible". Personalmente creo que habría que ir más allá, y que tenían que llover las protestas de los sociólogos no sólo españoles, sino de todo el mundo, por ese intento, a la Conferencia de Rectores (rector@rectorado.uniovi.es) y a la ministra de educación (mjsan@eco.uc3m.es); manifestándoles la indignación porque en España pueda desaparecer la titulación de Sociología.

(post original en blogia)


2005/03/01


Tras la reunión en Madrid de Departamentos de Sociología...

Mal plan. Supuestamente se trata del futuro de la propia titulación de Sociología, y estábamos 12, de no más de 10 universidades. Primer indicador deprimente. Se persigue obsesivamente una especie de re-unificación por la puerta trasera con Políticas (¿porque ellos SÍ tienen clientes, como ahora se llama a los alumnos?). Se echa en falta un sentimiento de identidad clara... ¿Será porque la propia Area de Sociología es una especie de sumidero a donde han acudido y acuden en busca de cobijo (un título, una placita de funcionario, una cátedra...) tantas gentes de las más dispares procedencias? Siempre me ha resultado difícil explicar a qué me dedico, pero tengo clara mi condición de sociólogo...incluso antes de serlo oficialmente. ¿Por qué encuentro tantas dudas, tanta inseguridad, en el ámbito de la Academia? Dicen que el Libro Blanco de la titulación lo están haciendo, en representación de Facultades de Sociología, gentes que en su mayoría no son sociólogos. ¿Cabría algo así con la titulación de Economía, o de Psicología, o de Enfermería? ¿Por qué, institucionalmente, corporativamente, somos tan cutres los sociólogos? No me extraña que luego haya catedráticos que nunca estudiaron Sociología negando sexenios a sociólogos; catedráticos que nunca estudiaron Sociología negando titularidades o cátedras de Sociología, a sociólogos... Aquí cada cual se ha hecho su ranchito, y sólo se preocupa del pasto para sus vaquitas. 

Sí..., al final, quizás sea mejor que termine cuajando ese intento de introducir un grado en Ciencias Sociales, y que finalmente nos terminemos diluyendo en eso, o en los Estudios Culturales. Tomando a la Sociología como un colectivo académico/profesional, realmente nos merecemos lo que tenemos: un camino que va desde la nada hacia la más absoluta miseria. O como decía Gaviria, "es que estamos más perdidos que el barco de la canela"... Será eso.

Ah... De lo que iba el asunto. Acordamos solicitar la existencia de un grado en Sociología, de tres años (Portugal por ejemplo ha optado por cuatro, pero también es cierto que ellos tienen demanda, por algo será), con no más de un 60% de troncalidad (la misma del último plan de estudios), para poder jugar a alianzas con otras Areas (Políticas, Políticas y Políticas, uf) y generar dobles titulaciones en cuatro años. Esto fue el día 19, por supuesto en Madrid.

Como decía mi abuela: hacer y deshacer... todo es quehacer.

(post original en blogia)

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