Aunque casi homónimo, el título no tiene nada que ver con Mi Tío de Tati. En realidad casi es una realidad inversa: allá el señor Hulot, que vive en un barrio humilde, visita a su sobrino, que vive en un moderno barrio de alto standing. Y aquí se habla de una tía que vivía en el barrio más chic de la ciudad, a la que el sobrino de pueblo y casa modesta visita de vez en cuando.
Año tras año pasa el 8 de Marzo y, casi siempre al par de días, me acuerdo de que quería dedicarle unas líneas a mi tía Ascen. Cada año, porque cada año se repiten los mismos tópicos, machaconamente, en "la prensa del Régimen" (que se diría entonces), en la Sexta y demás ecosistema. En donde se pinta una España de los 70 que tiene muy poco que ver con la realidad; marcada por una Dictadura, cierto, pero en plena conexión con las tendencias globales de la época. Se repite hasta la saciedad, por ejemplo, el mito de que las mujeres españolas, hasta 1975, no se liberaron de la tutela marital para abrir una cuenta corriente, trabajar y cualquier otra actividad de naturaleza económica. Lo que no se cuenta es que en Francia, La France, eso se había producido apenas diez años antes, justo tres años antes de Mayo del 68... (por cierto, iba a citar Potiche (2021), porque es una película que refleja muy bien esa situación, cuando una mujer debe hacerse repentinamente con la dirección de la empresa familiar en la Francia de los años 70, y ni Copilot ni chatGPT daban con ella, Gemini sí la ha encontrado). Creo que es una de las pocas cosas buenas que en España debemos al Opus: el empoderamiento de las mujeres, aunque sólo empoderaron a las suyas, y sólo a aquellas que estaban "destinadas" a ocupar posiciones de poder que pudiesen beneficiar los intereses de la Obra.
Y es que mi tía Ascen, Ascensión Forniés Baigorri, rompía con todos aquellos tópicos que se repiten sobre la mujer en el franquismo (como los rompían mi madre, mi abuela, en otros marcos y estratos sociales, tantas mujeres que ni estaban ni con la pata quebrada, ni en casa). No, mi tía no era ninguna revolucionaria, es más aborrecía los movimientos de protesta (tuve serias discusiones con ella al respecto), pero como mujer profesional no se le puso nada por delante (y mira que le pusieron zancadillas, seguro que en no pocas ocasiones aquellos hombres que años más tarde aparecerían como aliados del feminismo).
Apenas ahora (tan olvidadizos como su propio sobrino) empiezan por allá arriba a acordarse de ella. El año pasado el Centro de Estudios Borjano, de la comarca a la que administrativamente (que no antropológicamente) pertenece mi pueblo, le dedicó una página en su blog, pero la había olvidado años atrás en una obra enciclopédica de personajes de la comarca en la que salía hasta yo. Y antes una escritora zaragozana, Magdalena Lasala, había publicado por encargo del Ayuntamiento de Zaragoza un libro, Legados de Mujeres Aragonesas de los siglos XIX y XX, en cuyo volumen 3, dedicado a juristas y ciencias sociales, la recoge. Le asigna un Baygorri en lugar de Baigorri, que queda más chic y más vasco-francés, aunque si mi familia acarreó la Y desde tras el Pirineo, la perdió hace siglos. Pero lo importante es que recoge una breve biografía, y algunas fuentes consultadas:
"Ascensión Forniés nació en Mallén, el 21 de mayo de 1925. Se matriculó en la Facultad de Derecho de Zaragoza en 1944, licenciándose en la misma. A partir de 1951 ejerció como profesora ayudante de clases prácticas del Área de Derecho Mercantil.
Ascensión figura como una de las primeras mujeres agregadas al Opus Dei, que en 1952 había abierto un centro de mujeres en Zaragoza. Ascensión Forniés Baigorri pidió la admisión en 1955.
Desde la posguerra española fue la primera mujer que defendió su tesis doctoral en la Facultad de Derecho de Zaragoza. Se convirtió en doctora pionera (Belén Causapé Gracia), en 1962, con su investigación titulada La vida comercial española: la doctrina y la legislación entre los Códigos de 1829 y 1885, que consiguió la calificación de sobresaliente cum laude.
En 1964 ganó los concurso-oposición para convertirse en profesora adjunta y en 1983 pasó a ser titular. Hasta diez años después de Ascensión Forniés no llegaría ninguna otra mujer a adjunta.
Ejerció como abogada en Zaragoza y se dedicó también a la tarea investigadora compaginándola con su función en la entonces Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja.
Fue autora de numerosas publicaciones de investigación de Derecho bancario y mercantil, como Fuentes Del Derecho Mercantil (Confederación Española de Cajas de Ahorros, 1971), Instituciones De Ahorro En El Ordenamiento Jurídico Español (Universidad de Zaragoza, 1977), Nueva normativa jurídico-mercantil aplicable a las empresas (Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja, 1978), entre otros, además de su última publicación La labor apostólica del Opus Dei en Aragón. Algunos aspectos de los primeros tiempos,1940-1951 (Patronato de Torreciudad, 2004).
Se había jubilado por edad en 1990 y falleció en Zaragoza, el 18 de febrero de 2005.
Fuentes consultadas:
Las primeras agregadas del Opus Dei (1949-1955)
Studia Et Documenta Revista dell’Istituto Storico San Josemaría Escrivá Vol. 13 – 2019 https://dialnet.unirioja.es › descarga › articulo
Belén Causapé. Mujeres, Derecho Aragonés Y Ejercicio Profesional. Algunos Apuntes Históricos -RDCA-2018-XXIV-.
Consuelo Miqueo. I. Blázquez Ornat (eds.), Modernas, cultas y profesionales. Mujeres del siglo XX tituladas en la Universidad de Zaragoza. Cap. Las estudiantes de la Facultad de Derecho de Zaragoza y su proyección profesional, de Belén Causapé Gracia. Zaragoza, Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2020.
Pares. Gobierno de España. Ministerio de Cultura http://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/description/12924176
Ascensión Forniés Baigorri. La labor apostólica del Opus Dei en Aragón. Algunos aspectos de los primeros tiempos (1940-1951). Materia: “Mujeres en el Opus Dei”. Ordenación de más antiguo a más reciente. Patronato de Torreciudad, 2004
Belén Causapé. Mujeres, Derecho Aragonés Y Ejercicio Profesional. Algunos Apuntes Históricos. Gracia. En: RDCA-2018-XXIV – Mujeres, derecho aragonés y ejercicio. Disponible en: https://ifc.dpz.es › recursos › publicaciones. A partir de Belén Causapé Gracia. Mujeres pioneras del Derecho en Aragón, 1910-1975. De las aulas universitarias a la profesionalización jurídica, proceso de evolución e historias de vida. Tesis doctoral. Universidad de Zaragoza, 2017
Ampliaré con lo que mi memoria aún conserva, antes de que se borre (sí, algún día también este blog, como todos, será borrado por Google, o será borrado Google, y todo pasará a fundirse en el mar del olvido digital, pero por ahora aquí está).
Su madre, mi tía Gregoria, era hermana de mi abuelo paterno. Gente muy conservadora pero a la vez muy liberal (mi abuelo promovió y gestionó la construcción del cuartel de la Guardia Civil de mi pueblo en los años 20, fue concejal y lerrouxista, salvó a algunos de la masacre del 36, tenía una querida en Zaragoza con la que se casó al enviudar, "la abuelita", Ernestina Isasi-Isasmendi...y le puso a mi padre el nombre no de su padre, ni del santo del día, sino de su novelista favorito, el sicalíptico, aventurero y exiliado a Rusia, Artemio Precioso). Eran labradores con algún cacho de tierra, pero sobre todo eran renteros, y administradores en el pueblo, de una familia latifundista, los Monguilán/Escoriaza, que cuando querían se presentaban por las buenas, luego también en casa de mis padres, a comer o merendar, si les daba hambre de paso, entre Logroño o Pamplona y Zaragoza. Osea, y en suma, pequeños labradores.
De todos los hermanos que llegué a conocer, solo a dos, mi tía Gregoria y mi tío Jorge, les fue muy bien por arte de emparejamiento. Mi abuelo y mi tío José, que se quedaron en el pueblo, produjeron hijas e hijos muy guapos, pero poca fortuna. Y además mi abuelo se fundía en Zaragoza su poca fortuna. Así que sólo dejó a sus hijos la opción de trabajo en el campo o emigración: de los cinco, dos hijas emigraron (de emigrar). Mi padre sólo gracias a las políticas redistributivas del IRYDA pudo hacerse, mediante créditos subsidiados, con la tierra de la que era rentero y sobrevivir como agricultor.
Sin embargo mi tío Jorge debió de dar algún braguetazo con alguna hacendada de otro pueblo de la Ribera, o algo haría además, porque lo recuerdo de niño en Zaragoza, en León XIII (zona noble), muy cerca de su hermana Gregoria (en Francisco Vitoria). Era la familia de Zaragoza, y cuando tocaba quedarse a comer, o que nos dejasen aparcados a los niños mientras los padres iban a comprar o de médicos o de gestiones, tocaba visita a tío Jorge y luego aparcamiento en casa de tía Gregoria y luego de su hija, tía Anita, hermanda de Ascen. Porque mi tía Gregoria, la cuarta hermana, también se casó con alguien con posibles. Decían que era muy guerrera (y lo era, en su casa implantó un matriarcado total) y muy guapa (yo lógicamente la recuerdo ya anciana, pero sus dos hijas, también la Ascen, eran muy guapas, altas y esbeltas), y se ligó al contribucionero, el buen mozo que iba por Mallén a cobrar la contribución (el actual IBI).
Y les fue muy bien. Tuvieron dos hijas. Una, tan alegre como su madre, se ennovió pronto con un empleado del padre en Hacienda, pero la otra, Ascen, quería estudiar. Apenas acabada la guerra. Y estudió, claro que sí. Y en la Universidad se echó un novio estupendo y todo iba como la seda, viento en popa, pero un verano el novio se ahogó en la piscina. Y mi tía se hundió en una depresión terrible.
¿Quién acudió a "salvarla"? Se lo pueden imaginar, pues ha sido una de sus estrategias más exitosas de acercamiento y captación: el Opus. En la mística que vendía Escribá, de quien enseguida se convirtió en propagandista en Zaragoza, encontró la salida, y en 1955 pidió la admisión (cuenta su biógrafa). Una pena, porque aquello terminaría siendo muy destructivo para ella y para su familia.
Para ella porque cierto que el Opus ayuda a los suyos, los coloca, los enchufa con toda desfachatez. Ha sido así en el franquismo, en el postfranquismo y en la democracia. Y aunque ya no tienen tanto poder, seguro que aún lo hacen. Pero lógicamente eligen bien a quién ayudan, a quién captan. Y mi tía Ascen era un auténtico lujo a no desaprovechar. Lista, estudiosa, activa... Pero en realidad no los necesitaba: en 1951 ya ejercía como profesora ayudante en prácticas, y en 1962 era la primera mujer que defendía una tesis doctoral en la Universidad de Zaragoza. En 1964 ganó el concurso-oposición para convertirse en profesora adjunta, diez años antes de la siguiente mujer que lo lograse. En una Facultad profundamente machista. Pensemos que únicamente en aquellas carreras universitarias "femeninas" (farmacia, filosofía y letras, maestras, enfermeras) empezaban a menudear las mujeres en la universidad, y a aparecer algunas profesoras.
Pero por si era poco la dificultad de ser mujer profesora en una Facultad de Derecho, su pertenencia al Opus como numeraria la colocaba a un lado de la trinchera, cuando el Opus y la Falange estaban en una batalla a muerte, sin prisioneros, en todas las instituciones (así como Podemos y Sumar ahora, o como la CNT o el POUM y el PCE en la guerra civil), y entre medio los carlistas a lo suyo, los monárquicos en el contubernio de Munich... Y encima no pertenecía a las familias aragonesas de postín. Todo eso junto explica que de ser la primera mujer en defender una tesis doctoral, de ser la primera profesora adjunta... tardase luego veinte años en conseguir la titularidad...y que se acabase hartando y yéndose a la Caja de Ahorros, en donde su talento era plenamente reconocido.
Así que, entre los flagelos y penurias elegidas a los que estaba obligada por su secta, y las marginaciones políticas y machistas, se pasaba el tiempo que estaba en casa encerrada en su cuarto, castigándose, estudiando y escribiendo. Cuando nos quedábamos a comer en el piso de la familia (vivía con su hermana) era genial. Porque mi primo Miguel José tenía los discos más modernos, y bailaba con mi prima Mariascen y jugábamos con un perro precioso que tenían. Pero la tía Ascen siempre llegaba cuando estábamos ya comiendo. Nos daba un beso a todos y se metía al cuarto. Y la matriarca, su madre, mi tía Gregoria, ponía una cara que era un cuadro. Recuerdo esas escenas a pesar de que era un niño. Su hermana y su cuñado, tío Paco, estaban más que hartos, y eso que aún les quedaba vivir lo peor.
"Entre la década de los años 60-70, Ascensión publicó 5 libros, cuestión poco frecuente entre las mujeres de su tiempo. Todos ellos trataban temas relacionados con el Derecho y la Economía que eran sus áreas de investigación.Este trabajo lo compagino con el de directora en una sucursal de la Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja (hoy llamada Ibercaja) donde era considerada una pionera, para su época, pues fue la primera mujer que ocupaba dicha categoría profesional.He solicitado información a los Archivosde esa institución bancaria y me comunicaron que al no estar digitalizados en aquella época, tienen poca información, pero muy valiosa y que recogemos literalmente a continuación:“Ascensión Fornies Baigorri ingresó en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja el 1 de noviembre de 1969, siendo su destino la Urbana 25 de Zaragoza, llamada “Gambrinus” situada en la Plaza de España. Sin embargo, no figura la fecha de su nombramiento como Directora de la misma. Figura en su expediente una anotación de cese con fecha 31 de diciembre de 1975 con motivo de una excedencia de la que reingresó con fecha 1 de julio de 1981 a media jornada.Existe un escrito de fecha 30.9.84 en el que comunica su decisión de dejar el trabajo que venía desempeñando como Profesora Titular de la Cátedra de Derecho Mercantil de la Universidad de Zaragoza y prestar una mayor dedicación a la Caja. Por eso, solicitó que, previos los trámites administrativos precisos, se tramitase su petición de retornar a su situación inicial, como empleada a jornada completa, a fin de atender más eficazmente las necesidades de estudio y asesoramiento jurídicomercantiles que precisase nuestra Institución.”Ascensión además pasó por los Departamentos de Recursos Humanos, Contabilidad, Dirección, Comunicación e Información, Servicio de Estudios y por último, la Obra Cultural, donde se jubiló, con fecha 31 de mayo de 1990.”
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