Este lo ha hecho un chaval de Badajoz. En su página de Myspace tiene más
Está bien, ¿verdad?. Bueno, la clave es que ese esfuerzo enorme del chaval ha mejorado sensiblemente un espacio vil
Esto lo han hecho unos bárbaros del Norte
Está mal, ¿verdad?. Bueno, la clave es que estos energúmenos lo han hecho en el interior de esta maravilla
¿Dónde está eso? Aquí, en medio de la Extremadura profunda, a caballo entre La Serena y La Siberia. Es el castillo de Puebla de Alcócer.
Lo que se ve al fondo es, sin duda, el "mar" de la presa de La Serena. Saludos, r.
ResponderEliminarExácticamente... Nuestros particulares fiordos
ResponderEliminar¿Me permite una pregunta?. Es sincera y no capciosa. La presa de La Serena era un viejo proyecto sobre el Zújar. A finales de los 70,¿hubiera apoyado Vd. su construcción?.
ResponderEliminarsaludos
r.
No la entiendo como capciosa. No es que, a finales de los 70, yo habría apoyado su construcción; es me considero un minúsculo (pero no por eso menos importante) vector de entre todas las fuerzas coadyuvantes que hicieron que ese embalse llegase a ser una realidad, en la medida en que en nuestro estudio "El modelo extremeño. Ecodesarrollo de la Siberia y La Serena", Ed. Popular, Madrid, 1980) proponíamos la extensión de los regadíos y la construcción del Canal de Barros; que iría desde una nueva presa sobre el Zújar (la que sujeta el embalse actual) al de Alange, y de éste al de Olivenza. Pero la entrada en Europa tuvo, entre otros muchos efectos negativos (aunque hayan sido más los positivos), el abandono de la política de regadíos. Abandono que ha sido causa, a su vez, del caos porque sí se han seguido desarrollando por iniciativa privada, pero allí en donde nunca debieran haber existido (Murcia y Alicante) porque no tenían agua para eso. Cuando visito ese embalse siempre pienso en que, muy probablemente, sin la movilización antinuclear de finales de los 70, en la que presentamos los regadíos como alternativa, no tendríamos ahora ese mar. El abandono de la transformación habría llegado antes (de hecho los regadíos del Zújar ya se habían ralentizado entonces), y el embalse no habría llegado a construirse. Lo que se abandono fue la idea del Gran Canal de Barros. Probablemente si se hubiera hecho, aunque esos "si/entonces" son siempre ridículos, no habría sido necesario debatir en el siglo XXI en torno a una refinería, Curiosamente (paradojas de la Historia)los ambientalistas (ecologistas profundos, para diferenciarlos de los democéntricos)constituyeron una ayuda inestimable para los tecnócratas del MOPU, por su oposición radical e irracional a los regadíos, como legitimación del abandono de una política nacional de regadíos. Y habría más que decir al respecto.
ResponderEliminarNo hay tal "muy probablemente" y está Vd. acertado. Ya le confirmo yo con toda certeza que el trueque por una cosa fue la otra, y que la parálisis nuclear propició la presa. Debo decirle por si tiene curiosidad que esos tecnócratas ya habían identificado en 1968 el actual emplazamiento de la coronación de la presa y que el canal de los Barros era una vieja aspiración con planos esbozados - se asombraría del detalle - muy anteriores a 1980. Y sí, esos medioambientalistas radicales fueron utilizados, bastaba una ligera oposición en el justiprecio de una expropiación para susurrarle a un alcalde que había el riesgo de soplarle los planes a ese medioambientalismo radical y dejar al alcalde sin presa ni canales. Aceptaban el justiprecio con rapidez. En el asunto nuclear creo que jamás compartiré su opinión que pienso gravemente errada aún siendo mayoritaria en nuestro país.
ResponderEliminarsaludos
r