"P. ¿Cómo era Jaume Sisa hace 30 años?
R. Tenía 26 o 27 y era inocente, mientras que ahora estoy estudiando para volver a serlo. Con los años perdí la inocencia, que es algo que suele pasar, y ahora estoy estudiando para recuperarla. Mi objetivo es ser inocente, tras la pérdida de la inocencia. Además, si sólo apelas a la experiencia propia de los años, puedes volverte un cínico descreído y gruñón, un amargado en suma. La inocencia te ayuda a evitar esta actitud, a pesar de las cosas que has visto y vivido a lo largo de los años."
Y ahí, en esa escuela, reaprendiendo, andamos tantos... Pero cuesta, eh, cuesta... Comprendo perfectamente el esfuerzo del Sisa. ¡Y es que hay tanto cabrón suelto jodiendo al personal, trabajando duramente para convertirnos en descreídos, gruñones y amargados!
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