Es obvio que me encantan. El lenguaje es una expresión cultural más de los grupos dominantes, de ahí la incapacidad para tenemos para expresar tantas cosas.... Afortunadamente surgen nuevas formas de expresión, se rompen las costuras de las lenguas..., nos inventamos términos... Osea: que las palabrejas (incluso los anglicismos si no queda otra) son impresciondibles para nombrar determinados hechos sociales: como los teocon. Envía Beatriz este vínculo a un reportaje de Der Spiegel titulado "La batalla de los teocon". Y es ajustadísimo, porque el término (otro anglicismo automático y acrítico) neocon que utilizamos no describe con exactitud a nuestra marabunta, que de 'neo' no tiene nada. Es rancia y antigua, marcada por un componente tan vetusto como la más rancia teología cristiana, unida al más rancio laissez faire, laissez passer económico, más que passer, passé... de rosca.
(la ilustración viene de aquí)
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