¿Crisis en los estudios de sobrevigilancia?

Desde que se inició la emergencia de la Sociedad Telemática, uno de los elementos significativos de la crítica luddita que en mayor medida ha conseguido consolidarse como núcleo crítico del sistema ha sido el de la sobrevigilancia. Nada nuevo después de 1984, por supuesto, pero a lo largo de los últimos diez años se ha consolidado toda una área de conocimiento y especialización en las Ciencias Sociales (éste es uno de los sitios más conocidos).
Bien... El asunto es que si cuatro cámaras por aquí y por allá, dependientes de la policía, el ejército, otros organismos públicos o grandes corporaciones, podían preocupar a alguien... todo eso no es nada con los nuevos desarrollos de Google Maps, con los que todos vamos a poder vigilarnos a todos. De forma que supongo que ese tipo de estudios y preocupaciones paranoicas entrarán enseguida en crisis (aviso a quienes anden especializándose en eso), ante el carácter ubicuo de nuestra presencia. Durante años ha circulado por los emails de medio mundo un hoax genial, que ha llevado a pensar a muchos incautos en que podían observados casi desde el más allá. Y el caso es que ahora es cierto: los nuevos mapas de Google, con vista a pie de calle, lo ven todo. Peligroso, ¿no?


Ojo con quien paseas por la calle, o por la playa... Alguien sabrá lo que hiciste el último verano: Google.