El edadismo en la práctica: de la gestión de la Investigación en Extremadura

Hay quién se pregunta qué es edadismo. Bien, pues para entenderlo, nada mejor que mirarse la convocatoria de ayudas a grupos de investigación de mi región:

http://doe.gobex.es/pdfs/doe/2018/300o/18040020.pdf

Ahí, entre otras lindezas (como valorar los años de becario, se haya o no producido nada, mientras que no se valora la práctica profesional, tal y como ocurre en nuestras engodámicas universidades), , puede leerse esto (mezclado arteramente con discriminación positiva de género, a ver si cuela):

"Si la Coordinación del grupo es liderada por una mujer y/o investigador joven con edad inferior a 30 años, se otorgará 5 puntos."

Parece que el liderazgo por un investigador (sic) de menos de 30 años es un indicador de calidad para nuestros agudos y avanzados gestores.

Bien, vale... Digamos que un chico termina su grado con 23 años. Para que ese grado valga algo ya sabemos que tiene que hacer un master, osea se pone en 24 en el mejor de los casos. Iniciará después su doctorado. Digamos que es una hormiga atómica, y de nuevo en el mejor de los casos hace su tesis en cinco años, osea doctor a los 29. Osea que lleva unos meses (sí, en el mejor de los casos) liderando un grupo de investigación.

Bien, pues ese mérito (haber creado un grupo, o que alguien lo ponga como líder de uno, lógicamente para ganar puntos) aporta tanta puntuación a la baremación como que ¡ 25 miembros! de un equipo de investigación hubiesen dirigido dos tesis doctorales cada uno (pues solo se aceptan un máximo de dos; las demás, para nuestros agudos gestores, se dirigen por vicio). Es decir, un chaval de 29 años con la tesis recién leída es un valor superior a 25 vejestorios que hayan leído/dirigido dos tesis doctorales cada uno (incluida la del joven investigador, claro) en los tres últimos años.

La experiencia ya no es un grado, sino un lastre. Eso es edadismo. Bueno, eso tiene más nombres. Sí, eso..., también eso.

Mejor no seguir analizando. Resiliencia.