Academias, y academias

Moriré enamorado de la moda juvenil... Es irremediable, pues aprendí a cantar a las seis años con "Juanita Banana". Pero la pop cult sólo es cultura cuando convive con la high cult (en realidad Juanita Banana era pura fussion): uno puede seguir el hilo desde algunos sutiles escorzos de Nacho Vegas hasta llegar a Mahler, y aún más allá, pero con El Fary (el que se inspiró para el nombre en un bote de detergente) uno empieza y termina en el taxi, oyendo la COPE.
¿A qué viene esto? Bueno... La conductora de la tertulia de sociólogos de los martes ya nos ha advertido de que el próximo día hablaremos de los realitys shows y todas las maldades habidas y por haber en la tele, y claro, mientras busco preguntas tipo test para el examen de mañana me vienen a la mente esos horrores. Se me van los dedos y, no sé muy bien a través de dónde, doy aquí, que no es sino la versión francesa de uno de esos concursos de jóvenes cantantes, y alucino de cómo ese mudo hortera y casposo alcanza otra naturaleza cuando incorpora, como lo hace esa chica, la más grande canción francesa de todos los tiempos (que no es "Ne me quittes pas", aunque está a la altura, ni mucho menos "Las feuilles mortes"). Para los/as merengues que quieran disfrutarla con lagrimitas, aquí hay una versión sin el feo-ferré. Pero si quieren disfrutarla a fondo, de verdad, viendo gesticular a Leo Ferré, comme il faut, hay que hacerlo aquí. Aunque también está la opción de escucharla, en una grabación de hace veinte años, en la boca (hay que mirar su boca, y sus ojos, no su voz) de Jane Birkin, que a los 60 sigue siendo aquella niña perturbadora e inocente de los '60.


¡Arggg, qué gusto! La vida en un click. Si encuentro hasta a Antoine (sus EP's son uno de mis pequeños tesoros de vinilo), cantando en un videoclip sus elucubraciones. ¿Dónde nos llevará esto?