Anda por ahí José Borrell desmontando ante quien quiere escucharle (por supuesto, ningún medio dentro de Cataluña, porque qué joder, si no es obligatorio escribir New York ni London, ¿por qué Catalunya ha de serlo?) los cuentos de la independencia. Las cuentas son claras, y a cualquier persona informada no le dice nada nuevo, pero sus argumentos son definitivos.
Aunque es un poco tarde, quizás. Más bien tarde, a secas. El PSOE, en Cataluña, siempre llega tarde. Torpeza tras torpeza hasta el desastre final. La primera gran torpeza fue impedir que un catalán (éste) llegase a presidente del Gobierno de España (habríamos tenido mejor gestión económica e infraestructural, y menos tonterías postmodernas). La segunda dejar que un hijo del nacionalismo llegase a presidente de Cataluña con sus siglas. La tercera, dejar que un andaluz (con síndrome de morisco, más que de Estocolmo) llegase a presidente de la Generalitat. La última, permitir la supervivencia del PSC.
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