Pero como dige el aserto marxiano, la historia cuando se repite lo es como caricatura. Entre aquella gauche divine había al menos auténticos artistas, e incluso algún intelectual auténticamente desclasado (sí, la excepción, pero vaya). En la actual sólo encontramos cutrepijas de la muerte (también hablaba de ellas aquí) de aventura cosmointercultural, normalmente megaindignadas, por supuesto que no con papá el cacique, quien tarde o temprano le prepará el megaenchufe.
Postdata
De todas formas, es muy curioso: es noticia que la pija vuelva a su sitio, pero no es noticia que un partido de izquierda supuestamente radical, en este caso ICV, lleve al parlamemto europeo a la pija en cuestión. Y no es noticia, sencillamente, porque es normal: en las candidaturas de esos partidos abundan, desde los '70 del siglo pasado, los pijoprogres, ahora pijipis.
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