Me llega un correo de una lista ubicada en los USA y muy comprometida, la PESOEMAILS, administrada por la Political Ecology Society (PESO) desde la Universidad de Texas, ese estado robado a México en el que a pesar de casi dos siglos de dominio anglosajón, la mitad de la población habla español. Reenvía un llamamiento de una investigadora de una universidad londinense, en la que se pide urbi et orbi que firmemos una carta dirigida al presidente de Ecuador. El asunto es bastante simplón, la verdad, no sé yo si da para una campaña global, aunque quizás a nivel local quizás sea algo extremadamente grave. Nada: que el gobierno de Correa les retira a la CONAIE (una agencia corporativa indigenista, que ha contribuido al ascenso y caída de varios gobiernos ecuatorianos en nombre de la Pachamama) la cesión que tenían, desde hace 25 años, de un edificio en la capital, para dedicarlo a otros usos sociales. No queda claro si se les ha ofrecido una alternativa, o no cabía ofrecerla por tratarse de una entidad privada. Y tampoco alcanzo a entender qué gana el gobierno de Correa con ponerse enfrente a la Pachamama, de cuyo apoyo parcial se benefició en su momento. Pero sí, parece una pequeña venganza, o un acto de prepotencia. Pero esa no es la cuestión, en realidad.
La petición de firmas se acompaña de una carta de la que se dice que ha sido "ya firmada por 450 intelectuales y activistas de todo el mundo", es decir, por gente principal, miré usté, no por cualquiera. Tampoco dice gran cosa, la verdad, y resulta un poco exagerada atendiendo al caso. Se dirige al presidente, y le dice que
"las razones dadas [para finalizar la cesión del edificio] no son satisfactorias, porque un Estado como el Ecuador tiene muchos lugares en mejores condiciones y una ubicación para tales tareas", que la medida "es injustificada. Más que un acto de represalia, es una falta de respeto a la memoria y la historia de una organización a la que Ecuador debe luchas democráticas y, una extraordinariamente profunda y positiva transformación social. Más que un acto administrativo sin intención política, parece una evidencia muy preocupante de sectarismo. Más que un acto aislado, parece el último incidente en una serie de episodios de intolerancia hacia la crítica de diferentes movimientos sociales de la más variada índole". Y sí, parece algo exagerado, la verdad. ¡Cömo no va a tener otro edificio el Ministerio correspondiente!
Alega luego que "el gobierno no necesita tales arrebatos y pierde autoridad moral mediante el uso de esta lógica de la afirmación de la fuerza y la intimidación", y le advierte al presidente que "No es demasiado tarde para rectificar. Sería un acto de valentía de la inteligencia y la generosidad política de la que usted dio una prueba positiva de reconocimiento de los hechos históricos de emancipación de una de las mayores organizaciones de los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador." Porque "los pueblos de nuestra América y de las fuerzas progresistas del mundo no olvidan esta historia gloriosa". Lo de las fuerzas progresistas del mundo está claro (o no, porque entre las fuerzas progresistas del mundo creía yo que se incluían las que apoyan a Correa), pero lo que no queda del todo claro es lo de "los pueblos de nuestra América", porque no está clara la amplitud, y referencia, del adjetivo posesivo. ¿Los pueblos son los indígenas, o el conjunto de la ciudadanía de los países? Y ¿"nuestra América", hace referencia a la de quién... la del mandato yanqui de "para los americanos" que acabó con los indígenas en los USA, la de los libertadores criollos (esto es, españoles, no indígenas) que crearon las actuales naciones iberoamericanas y que luego han masacrado durante doscientos años a los indígenas, desde el paralelo 30 a la Tierra del Fuego? No sé, la verdad, no me queda claro. Alguien pensará que es ironía, pero no es tal, de verdad, sólo confusión.
Para intentar aclararme un poco más al respecto, busco a quien envía el llamamiento. Aprendí con la crítica literaria y cultural a ubicar a los autores para entender sus textos, y es algo que he procurado practicar también con los sociólogos, por ejemplo. Busco entonces a la firmante, Miss Melissa Moreano Venegas: una bióloga ecuatoriana reconvertida a las Ciencias Sociales a través de un máster en la Universidad de Salamanca, luego Philosofical Dr por el King's College de Londres, y actualmente investigadora en esa misma universidad británica. Un buen recorrido, sí señor, para el que hacen falta o muchas becas, o mucha familia detrás (o al lado, que también suele ocurrir). No sé si el nombre se lo deberá a la rockera peruana, pero desde luego los apellidos se los debe al más rancio abolengo criollo, osea español. Y si uno mira su rostro (bien parecido, aunque sin excesos como corresponde a alguien "de ciencias"), pues la verdad, resulta difícil atisbar en sus rasgos algo más que el "octavo de sangre india o negra" que se admitía a los criollos para ser aceptados entre las clases dirigentes de las nuevas naciones emergentes.
En suma, que visto desde aquí, y con los escasos datos disponibles, es elevada la probabilidad de que sea una pijipi de la "elít" (cómo les gusta decir a la élite en Hispanoamérica), que ha disfrutado (y disfruta) de unos privilegios que les han estado (y a muchos les siguen estando) vedados a los indígenas, especialmente desde que América es "nuestra América". Eso sí, sus líneas de investigación son "Political ecology, social construction of nature, green capitalism, market environmentalism, social movements, decolonial theory, eco-Marxism, eco-socialism, territory, Latin America.". Fiuuu!
Pero tampoco es esa la cuestión. O sí. El asunto es que la carta, que una ecuatoriana envía a través de una red asentada en la capital de un Estado de los USA en el que la mitad de la población tiene el español como lengua, para dirigirla al presidente de un país hispanoparlante (con perdón), viene en inglés, y ni siquiera adjunta una versión en español, a pesar de que es evidente (por la redacción) que ha sido redactada en español, y luego traducida al inglés. Ese es el asunto, porque la cosa va de indigenismos.
¿Quizás han pensado que, como anduvo por los USA, y su padre fue perseguido por los USA como traficante, el presidente de Ecuador entenderá mejor una súplica escrita en inglés que una escrita en español?
No. Simplemente han considerado que había que escribirla en inglés. Les sale de natural. ¿Qué mayor ejercicio de imperialismo y colonialismo cultural, que una viajada investigadora de élite, con rasgos totalmente latinos (latinos del Sur de Europa, no del Sur de América), haga tal solicitud en inglés, para que sea dirigida a un presidente que habla español (creo que también habla quechua, aunque no es su lengua materna) de un país cuya lengua oficial es el español, que hablamos otros cientos de millones en el mundo, entre los cuales hay no pocos "intelectuales y activistas"?
Daría risa, si no diese pena.
Pues sí, el papanatismo de muchos seudointelectuales hispanoamericanos es penoso. Denuncian el imperialismo español, que dejó de exitir hace tres siglos y que en realidad supuso el despegue del estado de salvajismo de cientos de pueblos de América del Sur que hoy forman parte de las clases dirigentes de esos países (basta ver los rasgos de tantos presidentes, ministros, comunicadores, profesores, etc), mientras los anglos acababan con todos los pobladores (USA, Canadá) y los franceses los abandonaban a su suerte como carne de esclavismo y piratería generando estados fallidos (Haití), pero eso sí, luego procúranse los masters en París, Londres o California (Norte, of course). Pero no todos piensan así, profesor. El pensamiento más avanzado y libre en Latinoamérica no mira hacia el indigenismo, sino hacia el internacionalismo, se sienten parte de esa urbe global que usted teoriza.
ResponderEliminarQuerido visitante, usted parece conocer el paño mejor que yo, mero observador circunstancial. Pero es cierto en una adecuada gestión de la dialéctica local/global está en mi opinión la clave del futuro de Iberoamérica. Países tan dispares como Colombia, México, Chile o Uruguay me parece que están dando buenos ejemplos, generando en consecuencia propuestas módelicas a nivel global, y no sólo local, en muchos campos, desde el desarrollo a la participación.
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