¿Pero no os da vergüenza? Pero si todo el mundo lo va a saber... ¿Qué pensarán vuestros hijos, vuestros nietos, cuando se enteren? ¿Vale la pena cargar para siempre con el estigma de corrupto, aún cuando os podáis escaquear de la Justicia?
Pero quien ha nadado en la corrupción durante años, quien hizo méritos de forma fraudulenta, quien debe su posición a otro acto de corrupción, ¿puede siquiera ser consciente de lo que hace?. Tal vez sea una enfermedad, un hábito incontrolable, como el del violador en serie. Quizás también exista, como el de la violencia con el que sueñan los etólogos, el gen de la corrupción. Descubrirlo ahorraría a la sociedad tanto sufrimiento...
Sabes mucho y escribes bien. Así que algún día tienes que escribir algunas reflexiones sobre la corrupción, o mejor, sobre el poder absoluto sobre los tribunales, instituciones y demás grupos humanos organizados que tienes los dos grandes partidos en este nuestro país. O sea, sobre la herida abierta que tiene nuestra democracia desde su nacimiento: "ellos, ellos y ellos, y tú también si te haces uno de ellos". Como ejemplo una frase de un director general de nuestra Junta, buenísima: "Al amigo todo, al enemigo ni agua, y al indiferente, la normativa vigente".
ResponderEliminarÁnimo Ramón.