(Anochiendo en las dunas de Aldeia do Meco)
2007/09/06
Proletarizado al fin,
aunque sea a sueldo del Estado, después de doce años he aprendido a "tener" vacaciones, según las entienden la clase obrera y los funcionarios públicos desde hace un siglo: durante aproximadamente un mes, no he escrito ni una línea (curiosamente, ni en el par de ocasiones en que me he puesto a ello). Desplazamientos, bricolaje, jardinería, visitas, ordenaciones y reordenaciones... playa (sí, claro, aunque yo no aguanto mucho más de media hora), albañiles que te torean, campo, urbe, compras innecesarias, ruralia, diarreas, familia, carísimas visitas al taller, retornos... esas cosas que hace la gente en eso que llamamos vacaciones. De hecho, aunque ya he puesto y corregido un examen, aún no termino de resituarme. Así que entretanto colgaré unas cuantas intrascendencias, para entonarme...
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