Las lavanderas blancas se han contagiado de los humanos, y cada vez retrasan más la edad de emancipación. Aquí una pobre madre dando de comer a un gandul más grande que ella.
O eso creía yo, y ahí echando parva contra los humanos. Pues no, resulta que no es una madre la que va a buscar comida para el gandul, sino un macho alimentando a una hembra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios están moderados para esquivar a los bots de spam, pero estaré encantado de incluir cualquier comentario que quieras hacer. Anímate a aportar tus reflexiones.