Les puede el talante

Y es que no hay manera de que se quiten el pelo de dehesa, el auténtico... Que no es el de cateto, sino el de cortijero autoritario (porque los catetos no tenían dehesas; los que tenían dehesas estudiaban en los jesuítas, y luego en el Opus cuando los otros se hicieron rojos).
Si no, vean el lema con que se han arremangado para hacer (¿ya? ¡qué sobraos de pasta deben de estar! ¿de dónde saldrá tanta?) la pre-pre-campaña electoral en Extremadura:


Nada de "Porque YA es hora del cambio", "Vamos a cambiar YA", "Si tú quieres YA es tiempo de cambiar"... en fin, hay mil combinaciones con talante democrático, suave, como la camisita rosa palo del pre-pre-candidato, pero tienen que aplicar el grito de guerra, expeditivo, de ordeno y mando. Han querido poner "¡ya!", pero les ha salido un "¡ar". No tienen remedio.



Eso sí, hay que reconocer la modernización allí donde se manifiesta. A mí, cuando era jovencito, como llevaba una melenita como la de Aznar, ocurría que en los bailes de pueblo los que ahora votan al PP me sacaban a bailar desde atrás, riéndose a carcajada limpia (un rato más tarde yo achuchaba por los rincones oscuros del baile con alguna tía buena, mientras ellos, borrachos, se consolaban en los wateres -porque entonces no había 'Servicios'). Imagínense lo que me hubieran dicho si, además de llevar la melenita con la que ahora Aznar azota a las periodistas de canalillo, hubiese ido al baile con una camisa rosita, las cejas arregladas y los labios con brillo. Al pilón me hubiesen tirado aquellos machotes. Así que por ese lado, ¡bien!, ¡estupendo!, ¡adelante!... Enhorabuena por el aggiornamento: de la "mujer, mujer", al metrosexual