Y así hojeando (no es la primera vez) por la web de la asociación, no tan activa como en otros tiempos, me encuentro con uno de sus trípticos, que no conocía, sobre El bronce de Agón. Con la de veces que he utilizado yo los Bronces de Botorrita para defender que el Islam aprendió del agua aquí mucho más que lo que trajo, así como la importancia del regadío como desencadenante de la urbanización, y resulta que tengo un bronce bastante más cercano, y que habla también de regulaciones (complejas regulaciones) del riego entre municipios en época romana, así como de un antecedente del Canal Imperial de Aragón más de un milenio antes.
En realidad el Bronce de Agón es el Bronce de Gañarul. Y es casualidad, porque podría haberme encontrado yo mismo ese bronce, descubierto casualmente en un camino en 1992, bastante antes, hace medio siglo. A principios de los 80, entre tantos proyectos utópicos (lo eran porque no se realizaron) como elucubré, uno de ellos fue el de irnos al campo a montar una granja escuela que a la vez fuese "cuartel" del equipo de estudios, con un grupo de amigos de entonces. Y uno de los sitios que me tenía fascinado y por el que paseamos unas cuantas veces era el despoblado de Gañarul, que pertenece a Agón, a apenas cuatro kms de mi pueblo. Al lado de La Huecha (el río), resultaba un lugar encantador en su abandono. Nos metíamos en las casas abandonadas, alguna espectacular, e imaginábamos todo lo que podríamos montar allí.Hoy parece que todo está en ruinas. Propiedad de los Jesuítas por una herencia, lo han ido dejando caer.
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