2021/07/28

Spencer en su sitio (notas sueltas)


¿Verdad que cansa ya lo de atribuir a Spencer todas las maldades del darwinismo social, del neoliberalismo, y más allá? Spencer no era un mal chico. Era un rebelde contra la autoridad, un evolucionista, y un esperanzado en la continua evolución social de la especie humana que nos haría cada vez más solidarios, felices y libres. Y bueno, soñaba con la desaparición del Estado exactamente igual que lo soñaba Marx, pero para Spencer sin tener que pasar por el estadio de la Dictadura del Proletariado, ni de nadie.

Su teoría de la evolución tenía un fuerte componente lamarckiano, y también estaría muy cerca de lo que hoy podríamos llamar una epigenética social: consideraba que repetidas asociaciones de ideas (procesos sociales, en suma, actitudes) pueden terminar plasmándose en la formación de cadenas específicas de tejido cerebral que, ya convertidas en biológicas, puedan transmitirse entre generaciones.

Así, y frente a las monsergas que se repiten acríticamente sobre él, Spencer creía que los instintos altruistas llegarían a heredarse con el progreso humano. En lo que no creía es en que eso pudiese insuflarlo el Estado a los ciudadanos, sino que sería el fruto de la evolución social, paradójicamente del bienestar de los individuos.

Le daremos más vueltas a todo esto, que me ronda de hace tantos años.




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