2012/08/24

¿Patochada... o negocio?

Que el ministro del interior no da una desde que ocupó el cargo (porque una cosa es predicar, y otra dar trigo) es una obviedad como una casa. Ha practicado hasta la saciedad aquello de lo que se hartaban de acusar al PSOE (¿ya no se acuerdan de eso de "ceder ante el chantaje de ETA"?); ensalza y promociona a los policías que califican a los inocentes adolescentes más bien pijines que piden calefacción como "el enemigo" (¿suyo, del Estado, o del PP valenciano?); ha asustado a los yayoflautas, mientras no ha se atrevido a poner en su sitio a las corporaciones mineras que practicaban la guerrilla urbana con armamento casero; sin ir más lejos permitió que los más exaltados de la secta de Gordillo vejasen ante las cámaras a una infeliz trabajadora y se fueran de rositas con sus carritos llenos de lentejas (¡joder, si se trataba de darles una alegría a los pobres, no sé por qué no los llenaron con Phoskitos, yogures griegos, paté de foie, gambones y coñac para el cafelito, en vez de lentejas y macarrones, de los que los supuestos pobres deberían estar jartos!)... y ahora entra al trapo, a hacerle de nuevo el juego... Osea, dándole publicidad, y con ello dándole publicidad al Hotel que ha negociado el anuncio con Gordillo o alguno de sus administradores.

Porque, vamos a ver.... Aquí tienen un detallado informe sobre el palacio, y aquí otro que incluye fotolocalización en Googlemaps... en donde, ¡coño!, vemos que rodea el palacio una finca intensamente cultivada, la antítesis del modelo de terratenientes absentistas. Si buscamos un poco más, descubriremos que Hornachuelos es en realidad un pueblo sumamente activo, uno de los emporios de turismo rural del Sur de España, con una vidilla cultural tan intensa, entre marqueses y pijerío rural en general, que da de sí para dos editoriales. Bien. Pues resulta que el Palacio de Moratalla es uno de los destinos preferidos para los bodorrios de altura del entorno, y que ahora está terminando unas reformillas, a punto de ponerse de nuevo en el mercado. Y vaya... Que los dueños son de esos ricos de toda la vida, que llevan siglos viviendo bien y engrasando el cerebro. ¿Estos tipos ofrecen el césped de los bodorrios, y la piscina de gratis a las masas jornaleras (sic)? Venga ya... Aquí lo que ha habido es una operación de publicidad gratuita perfectamente articulada. Estoy seguro de que la empresa tiene aseguradas reservas, a partir del día de la reapertura, para los próximos años, y una buena parte de las mismas desde el extranjero.

Por eso lo más tonto que podía hacer el ministro era darle pábulo a la operación, y alimentar que se siga hablando del tema. Y es justo lo que ha hecho.

Bueno... salvo que... Salvo que el ministro participe del teatrillo.

Por eso (pensando ahora glocalmente), la presencia en el esperpento de los diputados regionales de IU que en Extremadura ejercen felices de pinza gracias a la cual el PP está cometiendo los mayores y más antisociales recortes de los últimos 60 años, tiene su guasa.

Porque en principio resulta no patética, sino peripatética (y no porque con eso de andar, que es a lo que dicen que han ido, se acerquen a la forma en que la Escuela de Aristóteles ejercía el arte del pensar racionalmente, sino porque responden plenamente al sentido figurado que el término tiene en castellano viejo: "ridículo o extravagante en sus dictámenes y máximas"). ¿Osea que en Extremadura apoyan los impuestos indirectos a los pobres, o la reducción de los empleados públicos, mientras en Andalucía juegan a la ocupación de fincas en lo que además ni siquiera es ocupación de fincas?. Los comentarios de los lectores del periódico son el mejor análisis.

Pero quizás haya que ir más allá, porque algo no me cuadra, no sé por qué. Me llama la atención especialmente la presencia del factotum del pacto IU-PP, que evita prodigarse en actos públicos, no sé si por miedo a sus propias bases, pero justamente eso me trae a la mente que es quien seguramente articuló la alianza de la IU extremeña con los bodegueros y el PP de Tierra de Barros en el asunto del proyecto de refinería del grupo Gallardo (uno de los pocos casos de desarrollo endógeno en Extremadura, perseguido hasta la extenuación por los supuestos defensores del desarrollo endógeno). Anda, que si la presencia del de Barros en la marcha se debiera a que la cosa se haya planificado en alguna bodega extremeño-andaluza.... y pactada la operación con algún thinktankero del PP cercano al Ministerio del Interior... Estaría buena la jugada.





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