2008/05/29

La trampa

He estado a punto de caer, como otros muchos, miles, porque la trampa se ha globalizado, y se aplica en casi todas las autonomías del reino. En vez de subirme el sueldo como me corresponde por derecho (no para subírmelo, sino para que no siga descendiendo en euros reales), esto es un 3%, lo que mi Universidad y mi querido gobierno me ofrecen es una falsa subida (porque sólo dura unos años) de un 1%, siempre que dedique un mes a rellenar papeles y recopilar justificantes, y con todo eso les demuestre que me merezco ese "incentivo".
No. No van a dejar de pagarles, ni a echar, a los que no se lo merecen. A los que no van a clase. A los que no vienen a la Facultad. A los que llevan años y años con 12 créditos (cuatro horas de clase a la semana) y encima concentrados en un cuatrimestre. Faltaría más, a un funcionario. Lo que van a hacer es gastar (si incluimos a los psicopedagogos que llevan años diseñando el entuerto; al personal de calculadora que va a tener que procesar los miles de expedientes enormes; las horas perdidas por el personal administrativo y docente emitiendo certificados; el toner, el papel y las grapas) en la gestión del supuesto incentivo más que en el incentivo en sí mismo. Y he estado a punto de caer en la trampa, estresado durante días porque no llegaba a tiempo, axfisiado por mi trabajo cotidiano (incluido el de proyectar a mi Universidad, pero eso no suma puntos), y eso que me estaban ayudando a recopilar papelotes, porque yo me negaba a hacerlo. Pero he tenido un momento de lucidez, de esos cada vez más escasos que uno tiene. O terminaba un artículo para la prensa (osea, de los que no suman puntos, ni generan sexenios, ni se cobran) cuya escritura me estaba estimulando, o terminaba el enorme expediente para pedir 30 euros más al mes.
Se pueden imaginar por qué he optado. Lo curioso es que a ninguno de los liberados sindicales de mi Universidad, ni de ninguna otra, les he sentido decir ni mú. Por ahí circula como spam un informe que pone de manifiesto la vergonzante pérdida de poder adquisitivo del profesorado universitario. Pero en España da igual que nos metan la LOU por donde más duele; que a continuación nos inyecten los sexenios corruptos; que nos rebajen el salario real; que nos reinyecten la LOU en forma de habilitaciones nacionales. Aquí tragamos con todo. Por una sola razón: porque a los caciques que controlan el patio, y se aseguran de que la reproducción social funcione en la Universidad como un reloj, les va bien, muy bien. Y el que se mueve, aquí sí que sí, no sale en la foto. Ya lo dijo Bourdieu, pero cómo le iban a hacer caso...

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