Siempre el dinero.
AVT Shopping. Y el hombre de la corbata anaranjada: la
no-víctima. El peluquero. Y la pescadera, novia del peluquero (¿o viven
en pecado?, ¿lo saben los obispos?). Y el hijo de la conversa, ganando por repartir los discursos del peluquero más que un profesor de Universidad. Alucinante. O nauseabundo, según se mire.
Jules
Dassin encontraría ahora nuevos temas truculentos para mostrar lo más sórdido. Películas de las que ya no se hacen. Anoche ví una suya, buenísima:
"Mercado de ladrones".
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