Como plantea este trabajo, hay que darles la vuelta a los indicadores demográficos repetida y aburridamente utilizados para medir y sobre todo concluir sobre el envejecimiento. Pues la evidencia es que los mayores de 65 años que automáticamente son calificados a priori como población dependiente, pero que siguen siendo no ya activos, sino productivos y no dependientes, son cada vez más. Y la imagen del viejo altamente consumidor de recursos sanitarios ha de modificarse también ante la evidencia de nuevas generaciones con un elevado consumo de servicios sanitarios por sobrepeso, conductas de riesgo y nuevas enfermedades.
¿Cambiar la forma de medir para cambiar su conceptualización? Aquí está le fuente de la reflexión:
¿Cambiar la forma de medir para cambiar su conceptualización? Aquí está le fuente de la reflexión:
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