2009/10/01

Sociólogos (ambientales) en la intimidad (con más de un mes de retraso)

Fuimos pocos, pero aún así acabamos agotados, en el II Encuentro de Sociología y Medio Ambiente. La crisis, el inicio de un curso complicado por el próximo plan a reformar (el ex Plan Bolonia, por el que según dicen los telediarios que las aulas tendrán 50 alumnos, ja,ja,ja), la perifericidad (que diría ZP) que echa para atrás a cualquiera que tenga que hacer 1000 kms en coche, o gastar más que en irse al Caribe por avión, o echar casi un día en tren. Pero aún así satisfechos, porque conseguimos hacerlo, e hilvanar así un principio de institucionalización (espero que en el buen sentido) de la sociología medioambiental y su entorno transdisciplinario en España. Aunque hay que decir que el jaleo organizativo es el mismo para 5 que para 5000 asistentes. Aún estamos ahora con papeles, liquidando gastos y tejiendo y destejiendo con la burocracia.

Nos acompañaron el rector y la decana de la Facultad de CC. Económicas y Empresariales. Teniendo en cuenta que celebrábamos el 25 aniversario de la batalla de Valdecaballeros, y que vivimos tiempos en los que el lobby nuclear ocupa importantes posiciones de poder en la región, son especialmente de agradecer esas presencias.


Aunque en realidad la celebración del 25 aniversario era casi más una excusa para convencer a Mario Gaviria de que viniese a "mezclarse" con los sociólogos ambientales, pues la Sociología española, y especialmente la ambiental, le debe mucho... (y digo que le debe porque aún no se lo ha "pagado"). Lo sentamos con Juan Serna, quien nos arrastró hace 32 años a Extremadura por primera vez, para escribir el informe Extremadura Saqueada, y volvió a arrastrarnos (entonces ya sólo a los más ingenuos, esto es, no al grupo de los economistas) en 1979 para escribir El modelo extremeño, y allí nos pilló la aprobación de la central nuclear de Valdecaballeros (y claro, montamos la que montamos...) para hablar un poco de aquella experiencia y coloquiar con los sociólogos más jóvenes.


Y luego, en el centro de la ciudad, en los locales de la Diputación Provincial, impartió una conferencia sobre Energía y Territorio, en defensa de las energías renovables. Por supuesto, para los medios de comunicación de la ciudad la conferencia no existió, Gaviria no estuvo aquí. Y es que no está esponsorizado por Iberdrola..., al contrario que los propagandistas, a sueldo, de la energía nuclear. Esos sí salen en la prensa local.


Y luego al tajo. Una veintena de comunicaciones en unas apretadísimas horas (pronto preparamos una publicación que las recoja), sobre temas muy variados: participación, uso de parques naturales, actitudes, movimiento antinuclear... hasta bioponencias (osea, bosquejos autobiográficos) trajo alguno.

Incluso aventura tuvimos en el marco del encuentro. Lo que no nos pasó nunca en el marco de la lucha antinuclear, nos ocurrió en las centrales solares que hace treinta años pedíamos para esta región en El modelo extremeño. "Para mear y no echar gota", que dirían las pijas... A ver. Resulta que Mario se empeña en cuanto llegó (después de echar su siesta, claro) en ir a ver las obras de las centrales termosolares que están construyendo en las cercanías de Badajoz. Así que nos echamos a la carretera, primero para ver las dos junto al poblado de colonización de Alvarado (con una ya en funcionamiento), donde Mario disfrutó como un enano cotilleando a través de las vallas.

Luego fuimos a ver la central de Extresol I, y ahí fue la de Dios. Ojo si a los ecolos se os ocurre ir a celebrar el triunfo de las energías renovables visitándola, porque os saldrán los hombres Harrelson, mano a mano con los mamporreros que trabajan en la central, y os pueden poner en un aprieto. Como intentaron ponernos a nosotros.


La central está en la carretera de Badajoz a Sevilla, entre La Albuera y Santa Marta, en el término municipal de Torre de Miguel Sesmero. Váis por la carretera nacional, y veréis un cartel indicador, y un desvío. Entráis en una carretera no limitada, en la que no hay tampoco ningún aviso de privacidad (de hecho, llegamos a la conclusión de que no es privada).

Pues ahí que nos metemos, y Mario que quiere fotos, y Mané que también... Pues venga fotos, en plan posado termosolar.

Yo estaba viendo cómo un todoterreno en plan malos-película-americana-perdidos-en-medio-del-desierto empieza a hacernos una envolvente. Pero como ya se han hecho las fotos y hemos decidido irnos, no presto mayor atención. Pero de pronto, al acercanos con el coche a la puerta del complejo para dar la vuelta, el Harrelson llega a toda pastilla con el todo todoterreno y para delante de nuestro coche. Pero es que a la vez otros coche con cuatro tipos sin uniforme, con aspecto más bien de currelas de la construcción y con gestos bastante primitivos de ganas de hostiarnos, cruzan su coche delante del nuestro. No veáis qué diez minutos que esto es una propiedad privada, que estamos en una carretera que no señala su privacidad, Mario que sólo queríamos mirar, que ustedes no pueden estar aquí, que pues llama a la Guardia Civil y que vea la situación, pues tomáles la matrícula, pues dános tu número de placa de segurata... Increíble, porque además ya no son edades, oiga. Mira que hemos llegado a las puertas de centrales nucleares, de bases militares... ¡Y pasarnos esto visitando nuestras queridas energías renovables (alternativas, decíamos)!.

Qué cosas... Creíamos que esas energías vendrían marcadas por la capacidad de generación autónoma, la descentralización... Y lo están en parte... Pero bajo la batuta de las grandes multinacionales, en este caso ACS, en el de la eólica Iberdrola. Los mismos que han vivido de la construcción y la explotación de las centrales nucleares. Es decir, el modelo energético no tiene relación con el modelo de sociedad, como ilusamente creíamos hace treinta años. Son dos temas distintos, y que deben tratarse en planos distintos. ¿Está ya claro?.

Y luego en el encuentro tuvimos también espontáneos. Fruto de la mala planificación por quien debería haber previsto su presencia (teniendo en cuenta que entre los colegas asistentes estaba uno de sus asesores, y que entre los miembros de la dirección del movimiento hay sociólogas) hubo que improvisar unos pocos minutos para que miembros de la plataforma contra la refinería de Tierra de Barros pudieran exponer sus argumentos, pero evidentemente fue suficiente para ellos, a la luz de los comentarios de su blog. Hubiera sido interesante para los sociólogos del encuentro el asistir a un debate entre partidarios y detractores de la industrialización en Extremadura, pero lamentablemente la precipitación (seguramente buscada por terceros) con que se planteó el asunto no permitió articular talo debate: sólo fue posible escuchar a una de las partes del conflicto.

Pero si ellos están contentos, todos contentos. Tendremos que tranquilizar la procupación que expresan por si "algún organizador" pudiera haber recbido alguna especie de "llamada de atención" por haberles permitido contarnos sus razones. Pues "algún organizador" ha recibido, a lo largo de más de tres décadas de compromiso social, ambiental y científico, no sólo llamadas de atención, sino también insultos, calumnias, amenazas directas, porrazos, algún que otro empujón y detenciones (y retenciones, aquella categoría)... Unas veces por oponerse a algo, otras por no oponerse. Pero soy de los que piensa que el efecto que los insultos, las amenazas, las llamadas de atención tienen sobre un espíritu libre es el mismo: ninguno. Así que los amigos de la PCRN pueden estar tranquilos: lo único que los organizadores hemos recibido tras el congreso ha sido la buena noticia de que la Junta de Extremadura nos concede una pequeña ayuda, con cargo a la convocatoria de ayudas a congresos y reuniones científicas a la que habíamos presentado una solicitud. Muy poco en comparación a lo pedido, pero estamos acostumbrados a que los fondos cuantiosos se vayan a los eventos de biólogos, ambientólogos, físicos, químicos, ingenieros, médicos, y no a los de los científicos sociales. Así que acabamos de aceptarla, claro: con esa ayudita, más las inscripciones de quienes pagaron, y algo de los ahorrillos del grupo de investigación, seguro que alcanzamos.


Por lo demás, la gente encantada, como siempre, de la hospitalidad extremeña. Yo lo tengo dicho en el área... Aún sin Facultad de Sociología, apuesto que en unos años nos acaban pidiendo que montemos el congreso de la ISA en Badahó. Y es que aquí, con dos trapillos, un buen vino y unas lonchitas de jamón (del de verdad, claro), todo el mundo se va contento... (algo haremos los anfitriones también, claro; Mar, Manuela, Miguel, Ramón, Mané y Santiago se enrollaron a base de bien para que todo saliese como debía).

Después de picar y charlar un rato un poco nos fuimos a dar un paseo y tomar un café por Elvas, y luego cada mochuelo a su olivo. La próxima, nos vemos en el congreso de la FES, en Pamplona. Y para el 2011 ya salieron potenciales voluntarios para organizar el III Encuentro (seguramente de nuevo por el Sur).

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