Trabajar es un placer

...a veces. Por ejemplo, cuando ello implica visitar esa isla frondosa, y disfrutar de los tratamientos del Balneario de Alange. ¡Ay que ver, a estas alturas oxigenándome la cara!.

Salud, otro de los bienes que exportamos... Casi tres lustros después de que planificásemos un programa de desarrollo turístico para Alange el pueblo sigue teniendo mucho por hacer, sobre todo porque perdió un tiempo precioso entre finales de los 90 y mediados de la presente década. Hay gobiernos (nacionales, regionales, locales...) que llegan repentinamente, como Atila, y retrasan el reloj una década; así le ocurrió a Alange hace una década, y ahora está cogiendo de nuevo carrerilla. Hoy son otros quienes están discurriendo futuribles para ese pequeño bueblo balneario, y desde el GIESyT les echamos una mano en lo que sabemos y podemos.