Ayer conferencia en Cáceres, en un curso de verano sobre Teoría y práctica de la liberación del conocimiento, sobre los que no pueden plantearse si respetar o no los derechos de propiedad, porque sencillamente no tienen acceso a las TIC's. Buena interacción, y yo me quedé a gusto de cómo me quedó la charla, pero fue agotador (casi dos horas), aunque muy rico, el debate posterior. Hablamos de Newton, los autómatas, Leonardo, Egin, por supuesto la SGAE, por supuesto Windows... De todo.
Pero a mi juicio lo importante ahora no es el tema del copyright, que lo es, sino el estado generalizado de no acceso de la mayoría de la población del planeta. Pero al final es la SGAE el monotema, y por supuesto Linux y derivados.
En realidad, yo creo que, aunque parezca paradójico, sólo la persecución del pirateo va a potenciar el software libre (sea abierto o cerrado, que eso a mí me da igual, mientras funcione). Cuando no existía Internet y no podíamos piratear tantas cosas, procurábamos utilizar programas freeware (gratis total) o del auténtico shareware (osea, probar sin limitaciones, algo que ya no se lleva) para hacer las mismas, o parecidas cosas, que hacían los costosos programas comerciales. Ahora, cuando todo el mundo que no lo tiene legal, tiene el Office de Microsoft pirateado, ¿para qué se va a utilizar el Open Office, aunque haga casi lo mismo?. Por eso no hay auténtica persecución del pirateo: sólo persiguen a algunas grandes empresas a las que pueden sacarles unos millones de dólares. A los particulares no les persiguen, porque prefieren que se acostumbren a utilizar su software (primero pirata, luego comprado), en lugar de software gratuito.
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